Autor de 14 novelas emblemáticas del género bélico, prácticamente todas tienen como escenario común la Segunda Guerra Mundial, sirviéndose de un estilo descarnado y enormemente gráfico que, en cierto modo, se adelanta varias décadas a lo que otros hacen hoy mediante la narrativa histórica. (Ahí están, bien es cierto que con mayor dimensión literaria e historiográfica, los Beevor y compañía.)
Crítica y crudeza
Hassel ha sido criticado por el hecho de que en ocasiones la calidad literaria no prime sobre aspectos como la crudeza descriptiva de ejecuciones, torturas, violaciones, etc. Pero con todo, sus obras [1] más conocidas, –Batallón de castigo; Los vi morir; La legión de los condenados o Los panzers de la muerte-, han sido traducidas a más de 25 idiomas y vendido más de 53 millones de ejemplares.
Según refería él mismo, había nacido en Dinamarca en 1917 e ingresado, cuando apenas era un adolescente, en un regimiento de húsares. Siempre según su controvertida versión, en 1938 se había alistado como voluntario en la Wehrmacht y combatido en la mayor parte de los frentes decisivos de la segunda gran guerra.
Sombras
En ese punto arrancan las dudas y comienzan a fraguar las sombras. No son pocos los biógrafos e historiadores que ponen en duda muchas de las vivencias relatadas en primera persona por el escritor.
Hay quien afirma que no sólo no las vivió sino que durante la contienda no se movió de su país. Hay también quien le atribuye una clara simpatía por los nazis. En cualquier caso, la obra de Hassel, así lo argumentó él mismo, es de ficción y no oculta posturas marcadamente antinazis. «Lo único que he intentado transmitir es mi profunda aversión por las guerras y el horror ante la miseria y destrucción que conllevan», escribió.
Controversia
La controversia está servida. Acaso en un guiño narrativo más, el personaje Sven Hassel, el hombre de carne y hueso, se mezcle con otro menos material, de modo que realidad y ficción se fundan y confundan. Dónde están los limites, es algo que el propio autor se ha encargado de alimentar.
El secreto permanece tras su ultima batalla, esa que definitivamente ha librado y perdido en Barcelona, ciudad en la que residía desde 1964, el pasado viernes, día 21 de septiembre.