Nacido en Barcelona en 1914, Martín de Riquer, conde de Casa Dávalos, fue profesor emérito de Historia de las Literaturas Románicas en la Universidad de Barcelona, y pertenecía a la Real Academia Española (de hecho era el más antiguo de sus miembros de número). Fue elegido académico (silla H), el 17 de diciembre de 1964 e ingresó en la corporación el 16 de mayo de 1965 con el discurso titulado Vida caballeresca en la España del siglo XV [1]. Le respondió, en nombre de la institución, Dámaso Alonso.
Doctor en Filología Románica, Martín de Riquer fue catedrático de Literaturas Románicas de la Universidad de Barcelona, doctor honoris causa por las universidades de La Sapienza (Roma) y de Lieja (Bélgica), correspondiente de la Real Academia de la Historia, de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, de la Real Academia Gallega, del Centro de Cultura Valenciana y miembro de una veintena de asociaciones internacionales. También fue presidente de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona (1963-1996).
Desde que en 1942 iniciara su larga carrera docente, fue vicerrector de las universidades de Barcelona (1965-1966) y Autónoma de Barcelona (1970-1976), senador por designación Real en las Cortes Constituyentes de 1977 y jefe de la sección de Literaturas Romances del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Eminente filólogo, crítico e historiador
Considerado uno de los más eminentes filólogos, crítico e historiador de las literaturas castellana y catalana, y profundo conocedor de las literaturas provenzal y francesa, es autor de estudios sobre la influencia de Ausiàs March, de Boscan, de trabajos como Cervantes y el Quijote, Introducción a la lectura de El Quijote, El Quijote de Avellaneda, Historia de la literatura catalana, Estudios sobre el Amadís de Gaula y de una Historia de la Literatura Universal realizada en colaboración con José María Valverde.
Martín de Riquer ha recibido, entre otras distinciones, el Premio March (1962), el Premio Ramón Llull (1970), el Premio Nacional de Literatura Catalana a la investigación sobre literatura catalana (1985), el Premio Internacional Menéndez Pelayo (1990), el Premio Nacional de Ensayo por Aproximació al Tirant lo Blanc (1991), el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales [2] (1997), el Premio Nacional de las Letras Españolas (2000) y el Premio Bartolomé March (2003) por su ensayo Para leer a Cervantes [3]. En 2005 fue galardonado con la Medalla de Oro de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).