Reiss, cuya vida está rodeada de misterio, volcó todo su genio artístico en una serie de libros dirigidos a los más pequeños que se convirtieron en la década de los 70 en referencia para varias generaciones. Sus diseños sencillos e ingeniosos se convirtieron en las mejores herramientas de aprendizaje para el público infantil, proporcionando una nueva mirada hacia el mundo. Pero su obra, llena de colores, formas, números o animales, no sólo entusiasma a los niños, sino que también ha causado sensación entre los aficionados del arte y el diseño gráfico.

Cada día absorbemos miles de colores que son capaces de definir nuestra personalidad y estado de ánimo, y que Reiss describe y sintetiza con una buena dosis de humor en su libro Colores, convirtiendo lo cotidiano en un auténtico espectáculo visual. En una maravillosa explosión cromática, objetos mundanos, animales, frutas, flores…, todos acompañados de su nombre en español e inglés, son los protagonistas de una obra armónica en la que el rojo, amarillo, azul, naranja, el verde, morado y negro son los elegidos para el viaje.

En este juego, Reiss utiliza siempre los colores básicos y sus complementarios, ofreciendo un mundo de gamas y contrastes, y combinándolos con dibujos simples de formas reducidas al máximo y sin líneas. Así pone de manifiesto que es un digno sucesor de su maestro, el artista Josef Albers, quien fuera exponente del expresionismo abstracto centrándose en la investigación artística sobre la interacción de colores y formas, y a quien le dedicó la publicación junto a su mujer Anni.

Continuando con los colores básicos, los contrastes y los dibujos simples, en Formas, Reiss presenta al señor zorro y su ayudante el topo para enseñar a los pequeños lectores las nociones básicas de geometría. El autor crea preciosas abstracciones geométricas para demostrar que el mundo está compuesto por formas regulares con las que se construyen un sinfín de objetos.

El volumen se estructura sobre los conceptos de cuadrado, círculo, triángulo, óvalo, octágono… Primero se presenta la forma geométrica que posteriormente se enmarca en varios objetos cotidianos para finalmente aplicarle volumen y así formar cubos, esferas o pirámides. El resultado es la conjunción entre forma y color, pilares básicos de la construcción artística, que suponen un despertar necesario para entender el arte abstracto y los valores artísticos esenciales.