Triunvirato glorioso para la historia. Con Miguel Ángel y Leonardo, Rafael (1483 – 1520) fue uno de los artistas más importantes del Alto Renacimiento italiano. Durante siglos, ningún otro alcanzó un nivel de popularidad similar.
Entregado a su labor creativa, en su breve vida, apenas treinta y siete años, realizó un total de ciento doce pinturas y nueve ciclos de frescos en los que abordó una encomiable variedad de temas, desde sensuales bellezas femeninas, mitos antiguos y retratos hasta ciclos históricos y escenas bíblicas. También realizó retablos y diseñó tapices para la Capilla Sixtina. Los siglos han determinado que su Madonna Sixtina sea una de las pinturas religiosas más reproducidas de todos los tiempos.
Su carrera lo condujo desde la corte principesca de Urbino a Umbría y Florencia y a la Roma papal. Allí, el pintor ya entonces muy reconocido, se convirtió en un empresario del arte y en un diseñador y arquitecto que llegó a dirigir las obras de la Basílica de San Pedro.
Pero a pesar de su fama Rafael, fue siempre un aprendiz infatigable que no concebía la autocomplacencia ni se limitaba a repetir soluciones ya intentadas y comprobadas, sino que seguía únicamente el constante impulso hacia adelante de una imaginación inagotable, aumentando la perfección y complejidad de su imaginación creativa hasta su temprana muerte acaecida en Roma el 17 de abril de 1520.
Cualquiera de sus obras lo ubica como uno de los grandes pero acaso su obra madura en Roma y especialmente los frescos en el palacio Apostólico del Vaticano le aseguraron un lugar en la Historia del Arte. Admirado ya en vida como el creador más moderno de su tiempo, la maestría de Rafael allanaría el camino para el manierismo y la época barroca.
A lo largo de las páginas del volumen que ahora se presenta, un equipo de expertos instala al lector, a través de la obra del artista, en la fascinante interacción entre el arte y el poder en el Alto Renacimiento. Como afirma Frank Zöllner, uno de los especialistas responsable de la edición: “El prestigio de Rafael no deja de iluminarnos desde hace cinco siglos, y la belleza y el carácter inimitable de su arte siguen resultando sorprendentes, casi increíbles, gracias a que su obra aúna una enigmática gracia con una artística ligereza, la elegancia con la naturalidad, una conmovedora humanidad con un ideal noble. Asimismo, la naturaleza atractiva y equilibrada del individuo se funde en el conjunto con una armonía hasta el momento inalcanzada”.
Rafael. La obra completa
Pinturas, frescos, tapices, arquitectura
Michael Rohlmann, Frank Zöllner, Rudolf Hiller, Georg Satzinger
Tapa dura con páginas desplegables, 29 x 39,5 cm.
720 p. 5,71 kg.
Edición XXL
Taschen