Idea es una propuesta seminal de Panofsky en las que se atisban sus contribuciones posteriores y donde se plantea una pregunta reiterada: ¿qué significados se esconden tras las apariencias de las imágenes?
El libro, en diálogo con Cassirer, se aproxima a los asuntos de lo bello y el arte en los diálogos de Platón y llega en un momento esencial para la construcción de los cimientos de la Historia del Arte que empieza a consolidarse de la mano de Riegl, Wölfflin y Warburg —este último decisivo para Panofsky—, quienes entre mediados de los 80 y finales de los 90 del siglo XIX elaboran los principios fundacionales de la disciplina tal y como se la conoce.
Mirada desjerarquizada
Aunque lo más interesante del autor, cuyo vastísimo conocimiento se despliega frente al apabullado lector contemporáneo, es una forma de trabajo desjerarquizada que parece aplicarse de igual manera a todas las obras sin tener en cuenta la “calidad” de las mismas.
Esa mirada desjerarquizada plantea una idea muy contemporánea, próxima a los estudios visuales: a cada época le corresponde un sistema de representación visual que facilita la lectura de cualquier imagen que surge dentro del mismo. Es esa particularidad de su pensamiento la que preludia una mirada actual que vuelve a situar a Panofsky en el centro de una discusión moderna.
Sobre el autor
Panofsky es, sin duda, uno de los autores más importantes en la Historia del Arte. Fue profesor en Hamburgo hasta 1933, cuando tuvo que emigrar a Estados Unidos. Enseñó hasta su muerte en el Institute of Advanced Studies de Princeton.
Se dio a conocer como teórico de la Estética en 1915 con un estudio sobre la teoría del arte de Durero y es autor de obras como Estudios sobre iconología (1939), El significado de las artes visuales (1953) y Renacimiento y renacimientos en el arte occidental (1960), entre otras.