Si alguna vez ha sentido deseos de aterrizar un avión Spitfire en el salón, pintar un pueblo de amarillo, cortar un coche por la mitad, conocer a una verdadera bruja, columpiarse en una lámpara de araña, cabalgar en una cacería dirigida por un platillo volante o pilotar un biplano hecho de baguette, este es su libro: Tim Walker demuestra que es posible; solo hay que creer.
Mundo de fantasía
Conejitos blancos, aviones de madera, modelos que surgen de cáscaras de huevo… fantasía, sueño, magia… todo forma parte del desbordante mundo de fantasía que inspira a Walker, uno de los fotógrafos más particulares de nuestra época.
Con solo 42 años y con más de 20 años de experiencia a su espalda, se ha convertido en uno de los grandes de su oficio. A los 19 años se encargó de organizar el archivo de su admirado Cecil Beaton, uno de los padres fundadores de la fotografía de moda. A los 22 años ya estaba en Nueva York trabajando como asistente personal de Richard Avedon y comenzaba su propia carrera como fotógrafo de moda, pero en lugar del sobrio blanco y negro de Avedon, Walker escogió una gama casi psicodélica de color.
Su primera serie fotográfica fue publicada cuando solo tenía 25 años en Vogue, revista con la que ha establecido una estrecha colaboración en todas sus ediciones internacionales, y en las que ha derrochado un mundo de fantasía y color sorprendente. De vuelta a Reino Unido siguió su carrera de éxito como fotógrafo de moda para revistas como Vogue, Vanity Fair, W o The New Yorker.
Final feliz
Las fotografías de Tim Walker son un fiel reflejo de esta vida de cuento, hasta la fecha con final feliz, y esta es la base de Cuentos de hadas, que incluye 175 imágenes procedentes de los archivos personales del propio autor.
El libro coincide con la exposición del mismo nombre que se desarrolla en la Somerset House de Londres hasta enero del próximo año. A lo largo de esta obra se despliega el mundo original de este cuentacuentos moderno que considera la fotografía como su ventana hacia otro mundo, hacia la fantasía, los sueños y la magia.
La cantante Kate Bush aporta el prólogo a este libro en el que el propio Walker pone el epílogo, además de iluminar sus imágenes con sus comentarios personales.
Tim Walker
Traductor: Julio Hermoso
Dirección artística: Ruth Ansel
Lunwerg Editores
256 páginas