La obra tardía de Matisse se vio marcada por una enfermedad que le impedía coger el pincel. Fue entonces cuando a sus casi 80 años desarrolló la técnica del collage. El artista recortaba figuras de papel de vivos colores para luego pegarlos haciendo una composición. Pese a que algunos críticos de la época no vieron en aquellos gouaches découpées (recortables de gouache) más que los desvaríos de un viejo senil, la realidad es que Matisse había logrado una revolución en el arte moderno al encontrar una solución brillante al conflicto entre la línea y el color.
La sencillez de los recortables contiene cualidades escultóricas y principios tempranos de abstracción minimalista que tendrían una enorme influencia sobre las generaciones posteriores de artistas. Exuberantes, polícromos y de dimensiones en ocasiones superlativas, se trata de auténticos pilares del arte en el siglo XX, imágenes innovadoras para el espectador como lo fueron en su día para los contemporáneos de Matisse.
El libro que ahora publica Taschen es una edición básica del volumen XL original. Henri Matisse. Recortes. Dibujando con tijeras contextualiza los recortables del artista y analiza su origen, desde el viaje del artista a Tahití en 1930 hasta sus últimos años en Niza. Incluye también numerosas fotos de Matisse, entre ellas algunas muy poco conocidas en color, obra de Henri-Cartier-Bresson, Brassaï y del cineasta Murnau, así como textos del propio artista, Picasso, el editor E. Tériade, los poetas Louis Aragon, Henri Michaux y Pierre Reverdy y su yerno, Georges Duthuit.
[1]Henri Matisse. Recortes. Dibujando con tijeras [2]
Taschen
Gilles Néret y Xavier-Gilles Néret
334 páginas
49,99 euros