“Ahora sé que en los momentos de cambio social las plazas adquieren el color de la piel, y que la lucha política, los grandes ideales y los discursos encendidos están hechos de pasiones humanas”, puntualiza la autora antes de recordarnos que en 1993 un grupo de personas ocupó (okupó) todas las casas de la calle londinense Claremont Road tratando de evitar su demolición para construir una carretera. “El lugar se llenó de elementos estéticos pensados para cumplir funciones defensivas en el momento del desalojo: las esculturas se volvieron barricadas”.
“Contracumbres”
En 1995, también en Londres, el colectivo Reclaim the Streets comienza a organizar grandes fiestas callejeras ilegales que bloquean el funcionamiento normal de la ciudad. Durante un breve espacio de tiempo instauran un régimen de absoluta gratuidad y creatividad colectiva. Este tipo de celebraciones enormemente “performativas” crece hasta confluir a finales de la década en el movimiento antiglobalización.
Después de las enormes protestas de Seattle se hace célebre el formato de la «contracumbre», en el que la protesta transnacional persigue a los más poderosos en sus reuniones internacionales y desarrolla espectaculares eventos paralelos. En mayo de 2011, una multitud toma la plaza madrileña de la Puerta del Sol, llevando a Europa una forma de proceder que viene directamente de la Primavera Árabe. La Acampadasol configura toda una ciudad dentro de otra, con sus puestos de enfermería, su huerto o su Comisión de Artes.
Utopías de revuelta
Las utopías de revuelta, puntaliza Ramírez Blanco, son espacios que pueden funcionar como lugares de la revelación política que activan el compromiso social. Estos entornos de antítesis hacen que se ponga en marcha la dialéctica de la historia, y que los goznes del progreso (siempre parcial), sigan girando. “Necesitamos del sueño para mejorar la realidad, aunque la utopía forma parte de un proceso donde también tiene que activarse el pragmatismo, tanto las funciones oníricas como las de vigilia son necesarias para el cambio efectivo”.
Estamos ante un texto que sostiene, al igual que un Jano bifronte, que las utopías de revuelta miran tanto a la construcción de un mundo nuevo como a la violenta destrucción del orden presente.
Utopías artísticas de revuelta
Claremont Road, Reclaim the Streets, la Ciudad de Sol
Julia Ramírez Blanco
Cuadernos Arte Cátedra
256 páginas