Quince años después, y cuando nos asomamos a otro quinto centenario, en esta ocasión el año de su acceso al trono de las coronas españolas (1516), el profesor de Historial Medieval de la Universidad de Leiden actualiza aquella valiosa obra a la luz de las últimas investigaciones y centrando sus mirada en el nivel de interacción entre el emperador, sus adversarios fuera y dentro del Imperio, y sus súbditos.
Instaurador en España –adonde llegó en 1516– de la dinastía de los Habsburgo o “casa de Austria”, el emperador Carlos V (1500-1558) hubo de gobernar en una época fascinante y agitada como pocas, marcada por los inicios de la exploración y la conquista del continente americano, la rápida difusión de nuevas ideas propiciada por la invención de la imprenta, la rebelión protagonizada dentro del orbe católico por Lutero y sus seguidores, y la creciente amenaza turca tras la caída de Constantinopla en 1453. El vasto territorio sobre el que el emperador ejercía el poder incluía los centros económicos más ricos de Europa –Génova y Amberes–, pero su propia extensión y dispersión, así como su heterogeneidad, hacían que gobernarlo resultara una empresa extenuante y utópica.
Blockmans escribe su obra espoleado por la intriga de saber lo que podía llegar a alcanzar una persona a la que el destino de la fortuna le había concedido un poder desmedido. ¿De qué libertad disponía realmente? ¿Pudo llevar a cabo sus objetivos? ¿Qué efectos no deseados resultaron de sus actividades? En resumen, esboza en este libro el progreso y caída (encarnada en el retiro a Yuste en 1555) de uno de los gobernantes más importantes de la historia, pintándonos el retrato de un político indeciso y riguroso que procuró mantener su poder en un mundo sometido a un drástico proceso de cambio.
Carlos V. La utopía del imperio
Wim Blockmans
Traductora: María José Calvo González
Alianza Editorial
400 páginas
12,95 euros