Hijo de una molinera y un minero, prefirió no meterse en harinas ni mineralidades, sino descubrir las bocaminas del cine y del teatro. Desde...
Se crio jugando entre ajos y fue destilando su personalidad entre chinchones. Desde muy pronto tuvo la lucidez de comprender que todo ser humano...
Mujer de fuste muy adelantada a su tiempo, Emilia Pardo Bazán (La Coruña, 1851 – Madrid, 1921) vivió no solo su propia vida, sino...
Érase una vez el landismo… Y de pronto llegó el actor en toda su inmensidad. Venía de recorrer los caminos como cómico de la...
Seguramente no necesitábamos la autobiografía de Woody Allen; mucho menos, si además, dedica más de la mitad del libro a tratar de limpiar, de...
Hay una grandeza de España que concede el rey y otra que te otorga el pueblo sin que medie nada por escrito. Esta última...
Entre los que deciden un día poner por escrito lo más destacado de su paso por este valle de lágrimas, abundan los convencidos de...
El verano es la mejor estación para leer sin moderación y olvidarte de la playa, la cena y los amigos... si el libro lo...
No necesitaba guion. Tan sólo ponerse delante de una cámara o salir a escena y comenzar a actuar. Sabía que no hay nada más...
La próxima vez que vea Simón del desierto, una de esas genuinas rarezas mexicanas de Buñuel, recordaré que la historia de aquel penitente que...
“La más grande y enigmática pintora de España”. Así calificó en su momento Ramón Gómez de la Serna a María Blanchard (Santander, 1891 - ...
“Es como si hubiéramos vivido una vida entera en solo unos poquitos años”, recuerda Germán Vilella, batería de Los Rodríguez, haciendo balance de la...
Niño en el Prado, tigre en Chamberí, pichi y pichichi en Carabanchel, trilero en Atocha, Virgilio en la Casa de Campo. Madrid, Madrid, Madrid.
Si le hubieran dicho al maestro Sorozábal a finales de los años cincuenta, cuando estrenaba sus últimas obras, que más de medio siglo después...
Tenía largos el pelo, el talento, el sueño, la curiosidad, el whisky y la conversación. Debajo de su aspecto ulceroso y su ceño fruncido...