El diario The Huffington Post, recogiendo declaraciones del representante demócrata por Virginia, Jim Moran, aseguraba que la trilogía de E.L. James es la más solicitada por los 166 presos que se encuentran actualmente en el limbo jurídico de Guantánamo.
La agencia Reuters, que visitó hace también unos días las instalaciones, pudo ver la biblioteca de la que se sirven los prisioneros y la oferta literaria que alberga. Según la agencia, entre los volúmenes a los que tienen acceso los presos –en distintos idiomas– se encuentran temas tan variados como la religión, la colección de Star Trek, novelas de misterio de Agatha Christie, libros de autoayuda para combatir el estrés o clásicos como La odisea. Como no, también bestsellers actuales como el mencionado o como el éxito de Los juegos del hambre, de Suzanne Collins.
Sin embargo, según informaciones recogidas por Europa Press, los bibliotecarios de Guantánamo reconocieron hace tiempo que los libros que existen en la prisión pasan por un comité de censura que se encarga de supervisar el contenido sexual. De hecho, en las revistas deportivas se llega a oscurecer a las mujeres ligeras de ropa que aparecen en ocasiones.