Las Bibliotecas Públicas del Estado están situadas en todas las capitales de provincia (excepto Bilbao, Pamplona y San Sebastián) y en otras importantes ciudades como Gijón, Mahón, Mérida, Orihuela o Santiago de Compostela.
Sus orígenes se remontan al primer tercio del siglo XIX y en la actualidad conforman una red de 53 bibliotecas. Su gestión está transferida a las correspondientes comunidades autónomas, salvo la Biblioteca Pública del Estado en Vitoria, cuya gestión la ejerce la Diputación Foral de Álava, y la Biblioteca Pública del Estado en Mahón, cuya gestión es ejercida por el Consejo Insular de Menorca.
Como conjunto de centros bibliotecarios, las Bibliotecas Públicas del Estado constituyen la red más importante de cuantas existen en España debido a su presencia y extensión por todo el territorio nacional, el volumen de sus fondos y usuarios, sus servicios y la riqueza de su patrimonio bibliográfico.