Jorge Corrales, su director general, destaca el «escenario de desventaja» en el que trabaja la industria editorial: «Somos un sector fundamental para el progreso y la salud democrática de nuestra sociedad. Sin embargo, los usuarios, tanto del sector público como del privado, no están remunerando adecuadamente a los autores y editores por la reutilización de sus contenidos, lo que está generando una desventaja competitiva grave, a la que hay que sumar los efectos de la creciente piratería de las obras escritas, especialmente con los servicios de mensajería, como WhatsApp, que se ha convertido en el principal canal de acceso ilegal a obras. Ambos hechos están comprometiendo la sostenibilidad del sector».
«Nuestro objetivo es ayudar a hacer sostenible el sector editorial en todas las lenguas españolas», afirma Carme Riera, escritora, académica y presidenta de CEDRO, quien destaca que «desde este Observatorio vamos a tomar el pulso de la situación de la propiedad intelectual de la cultura escrita y la vamos a comparar con el resto de Europa».
Riera también recuerda que «la evolución tecnológica está llevando a que la reutilización de nuestras obras a través, por ejemplo, de la inteligencia artificial, sea cada vez más demandada y abre un mundo de posibilidades que, esperemos, nos permita ver en la tecnología a un aliado y no un patrón sin ética, ni valores ni escrúpulos».
Este Observatorio se ha elaborado a partir de los informes Análisis comparativo de la situación de los derechos de autor por usos secundarios de los contenidos editoriales en Europa, dirigido por el profesor Julio Cerviño, del Departamento de Economía de la Empresa de la Universidad Carlos III, y Piratería en línea de contenidos editoriales en español, dirigido por Héctor Jiménez, director ejecutivo de Qbo Investigación y Estrategia.
Cerviño recuerda que los titulares del sector editorial facilitan la reutilización de sus obras (fotocopia, digitalización, comunicación pública, distribución, reproducción, compartición, etc.) a un precio asequible, pero que, sin embargo, «existe una baja concienciación sobre la necesidad de remunerar a los autores y editores por esta reutilización».
Según sus datos, la remuneración obtenida por el sector editorial en otros países europeos es tres veces mayor que en España. Así, la remuneración per cápita media por esta reutilización de contenidos es en Europa de 1,52 euros al año, mientras que en nuestro país apenas llega a 0,48 euros.
Para cambiar esta situación, Cerviño considera «fundamental contar con el compromiso del sector público por el papel de liderazgo que desempeña a la hora de implementar buenas prácticas y por su responsabilidad en el desarrollo económico y del sector cultural» y que, tal y como se determina en el estudio, «el promedio de recaudación proveniente del sector público de las entidades homólogas a CEDRO en Europa es del 55,82% del total de la recaudación, cifra que está muy lejos del 7,54% de España».
Este experto destaca que si el sector público remunerase todos los contenidos que reutiliza esto tendría un efecto tractor en el sector editorial y en la economía en su conjunto: aumento de los recursos del sector, aumento de los recursos de los sectores aledaños (proveedores), creación de puestos de trabajo, más consumo, etc., que repercutirían directamente en la economía, así como un retorno fiscal de más de 20 millones de euros para las arcas públicas.
Por su parte, Héctor Jiménez ha recordado que el desarrollo tecnológico ha traído consigo un incremento de la piratería de contenidos editoriales, que no ha parado de crecer desde 2017: «El 27,5% de los accesos a páginas web ilícitas son de contenido editorial. De hecho, solo en el año 2022, el porcentaje de accesos a páginas webs ilícitas de contenido editorial aumentó en un 59,14%».
El sector editorial es uno de los motores económicos del país, con una aportación al PIB del 1%. Es, además, la tercera industria editorial mundial con mayor cuota extranjera de mercado.
Soluciones
El sector editorial propone distintas iniciativas para cambiar esta situación. Así, los autores y editores de libros, periódicos y revistas hacen un llamamiento al sector privado y público para que se comprometan a remunerar, según lo dispuesto por la Ley de Propiedad Intelectual, a los titulares de derechos por la reutilización de sus obras y luchar contra el robo digital de contenidos:
– Remunerar de forma adecuada la reutilización de los contenidos y que sea la Administración la que lidere este proceso, tal y como sucede en los países de nuestro entorno.
– Disponer de un organismo de la Administración con facultades y recursos para llevar a cabo la supervisión y control del cumplimiento de la normativa de propiedad intelectual en todos los sectores, privados y públicos, tal y como sucede en países como Francia.
– Impulsar medidas legislativas dirigidas a la lucha contra la piratería, promoviendo mecanismos que permitan actuar de forma diligente y ágil en el ámbito de las plataformas tecnológicas, incluidos los servicios de mensajería como WhatsApp.
– Adecuar la remuneración de forma paulatina a la media europea.
– Educar y formar en buenas prácticas en propiedad intelectual a la sociedad, especialmente a la comunidad educativa.