Toboganes para libros, naves espaciales para niños, estanterías inmensas y nada pobladas, colores divertidos y llamativos, mesas y sillas mini, alfombras mullidas que invitan a coger un libro y sentarse a leer… Esta librería de Pekín parece sacada del mundo mágico de Willy Wonka.
El espacio, compuesto de dos plantas, ha sido diseñado por Keiichiro Sako (del estudio de arquitectura SKSK [1]) para la principal editorial infantil de Japón, Poplar publishing Co, Ltd. La primera planta es una sala de actividades en la que los más pequeños pueden disfrutar de cuentacuentos y sitio para jugar. La librería propiamente dicha está en el segundo piso.
Con una superficie de casi 180 metros cuadrados, el suelo de la Kid’s Republic está plagado de alfombras de colores en las que los niños pueden sentarse a leer con toda la calma del mundo. En cuanto al catálogo, los propietarios presumen de contar con una cuidada selección de títulos ofreciendo solo lo mejor a los más pequeños. La librería ha sido todo un éxito desde que abrió sus puertas en 2008.
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