Poniatowska transmitió al fotógrafo cómo quería que fuera el retrato: “me indicó que fuera como una pintura, vestida con el traje rojo oaxaqueño que usó para recibir el premio en Alcalá de Henares. Además, el atuendo tenía los colores de España y podría ser frente a un altar barroco que siempre semeja una cascada de oro o un nicho».
El lugar elegido fue un retablo barroco que se encuentra en el ex convento de San Jerónimo, espacio que durante 27 años habitó Sor Juana Inés de la Cruz, escritora y religiosa jerónima que Poniatowska había nombrado en su discurso al recibir el Cervantes. Delante de él se muestra a la escritora con las manos extendidas apuntando al cielo. La fotografía se puede ‘leer’ o interpretarse de dos maneras, como el recibimiento del premio o bien la entrega de sus escritos.
Flores ha realizado retratos para distintas personalidades del mundo de las artes en varias de sus disciplinas, entre los que figuran los escritores mexicanos Carlos Monsivais, la misma Elena Poniatowska, el escritor noruego Jostein Gaarder, Ignacio López Tarso, actor de la época de oro del cine mexicano; la actriz y activista Ofelia Medina, la cantante cubana Omara Portuondo y los cantantes contemporáneos Lila Downs y Alejandro Sanz, entre otros, además de pintores, escultores, bailarinas o cineastas.