«Somos cómplices de lo que nos deja indiferentes», señalaba George Steiner. «Cuando el testigo del abuso y la violencia mira hacia otro lado, cuando prefiere no ver ni saber, cuando esgrime el ‘algo habrá hecho’, cuando una vez pasada la violencia exige el olvido, y cuando este testigo representa a una mayoría, nos encontramos ante una sociedad enferma».
Así de categórica se muestra la autora que sostiene que desde que ETA declarase el cese definitivo de la lucha armada una buena parte de la sociedad española y vasca parece estar dispuesta a pasar página, como si las últimas décadas de violencia hubieran sido tan sólo una pesadilla, como si la violencia que afectó a tantas personas dentro y fuera de las provincias vascas se pudiera circunscribir a un pasado cerrado.
Como sostiene El eco de los disparos, que incluye el subtítulo Cultura y memoria de la violencia, la historia, la responsabilidad frente al pasado, no desaparece por prescripción, sobre todo cuando ampliamos la mirada y consideramos parte del conflicto no sólo a víctimas y perpetradores, sino a la sociedad que fue testigo de la misma –a veces testigo cómplice, a veces testigo amedrentado, a veces testigo indiferente.
«Así como es fácil condenar, de un plumazo, a la sociedad vasca por haber guardado silencio ante la violencia, el sufrimiento del convecino, el abuso, la extorsión, la presencia flagrante de la injusticia», prosigue Edurne Portela, «es difícil hablar del silencio sin caer en los tópicos sobre el vacío o la ausencia, o sobre la cobardía y la complicidad. Tampoco es tarea fácil entender este silencio –sus orígenes, sus causas, su funcionamiento– así como encontrar la manera de representarlo».
Literatura y cine
En la tarea de intentar explicar esas posturas, el libro analiza cómo la literatura y el cine pueden contribuir a formar una sociedad más cívica, más responsable, más ética y menos indiferente. Sus páginas constituyen una llamada para que atendamos a aquellas representaciones culturales que ayudan a imaginar de otra forma, a llevar el debate al ámbito público a través de las conversaciones que se pueden crear a raíz de una lectura, de una película, de una exposición que nos sacuda, nos saque de la indiferencia colectiva y nos haga reflexionar honestamente sobre la participación en este conflicto.
«Necesitamos sentir el oleaje provocado por la ruptura del mar congelado que llevamos dentro. Y, a partir de ahí, ver adónde nos lleva la marea». No podemos volver al silencio de los años de plomo, cuando asumíamos que en el País Vasco había dos mil personas con guardaespaldas y dos millones que no lo veían. «Hoy nos enfrentamos al reto de la memoria, que no puede abordarse desde la cómoda equidistancia de que todos sufrimos. No, unos sufrieron, otros hicieron sufrir y muchos miraron para otro lado».
Como confiesa la autora, El eco de los disparos fue escrito mientras contemplaba, entre atónita y entristecida, los intentos de muchos políticos y agentes de la cultura de pasar página sin asumir responsabilidades. Fue escrito mientras escuchaba a la gente cercana decir que lo que tocaba ahora era el olvido, que no merecía la pena revolver, como si la violencia que afectó a tantas personas dentro y fuera de los territorios vascos se pudiera circunscribir a un pasado muy remoto. «Frente al olvido por prescripción, El eco de los disparos propone fomentar una memoria y una cultura que nos hagan conscientes de nuestra participación en esta historia», apostilla la ensayista.
Edurne Portela (1974) es doctora en Literaturas Hispánicas por la Universidad de Chapel Hill, Carolina del Norte, y ha sido hasta 2015 profesora titular de Literatura Latinoamericana y Española en la Universidad de Lehigh (Pensilvania), donde también ha ejercido como directora del Humanities Center.
Su trabajo se ha centrado en el estudio de la violencia y sus representaciones en la cultura contemporánea. Ha publicado el libro Displaced Memories: The Poetics of Trauma in Argentine Women’s Writings (2009) y numerosos artículos académicos sobre la relación entre memoria, testimonio y ficción, específicamente en obras de autoras argentinas y españolas que escriben sobre experiencias de cárcel, tortura y exilio. En los últimos años ha publicado diversos artículos sobre el conflicto vasco y la necesidad de una cultura capaz de afrontar sus secuelas.