Sobre este juicio se ha escrito mucho a lo largo de los años. Fue seguido por cientos de periodistas, entre los que se encontraban la filósofa Hanna Arendt, junto a la que estaba sentado un joven escritor, Harry Mulisch, que años después se convirtió en uno de los autores más leídos de Holanda.
Las circunstancias de Mulisch eran complejas. Su padre era austríaco y su madre judía holandesa, por lo que era considerado judío por los nazis. Pero, gracias a que su padre había colaborado con los alemanes, se libró de ser deportado.
Realidad inquietante
En sus reportajes sobre el juicio, Mulisch complementa a Arendt. El escritor holandés no estaba tan interesado en lo que había hecho Eichmann, sino en quién era ese hombre de apariencia anodina que ocultaba una gran crueldad.
El holandés no hace historia ni política, se introduce en una realidad psicológica y social inquietante. Realiza una crónica detallada del juicio y describe un retrato interior del mal.
Harry Mulisch fue autor de novelas como El atentado, El procedimiento o Dos mujeres, entre otras. Considerado uno de los escritores holandeses más prestigiosos, fue especialmente sensible ante el Holocausto y los crímenes de la Segunda Guerra Mundial. Cultivó casi todos los géneros, desde la ficción hasta el ensayo filosófico, pero consiguió sus mayores éxitos en el campo de la novela. Su obra está caracterizada por sus brillantes y sabias incursiones en la historia, la filosofía y la ciencia.
El juicio de Eichmann
Harry Mulisch
Ariel
Traductora: Catalina Ginard
224 páginas
19,90 euros
ePub: 13,99 euros