Molina se adentra en la sociedad del XVIII para construir un ensayo sobre el arte que impregna uno de los periodos más paradigmáticos para estudiar la crisis de las identidades. Un tiempo en el que se asientan las bases de la modernidad y se definen los valores de las sociedades contemporáneas. En pleno proceso de cambio se produce un debate sobre la capacidad intelectual del género femenino y su nuevo papel en la civilización.
Esta fue una de las cuestiones centrales que definiría esta época, ya que no sólo contribuyó a revisar los modelos de vida y experiencias femeninas, sino también sirvió para repensar el papel que tenía el hombre moderno en el proyecto de las Luces. Este libro, que trata de desvelar cómo se definieron las relaciones de poder entre sexos en el siglo XVIII, está dividido en tres partes y cuenta con ocho capítulos.
Este es el segundo libro publicado por Álvaro Molina, que debutó en 2004 con Vestir la identidad, construir la apariencia. La cuestión del traje en la España del siglo XVIII.