«Los distintos géneros literarios no son compartimentos estancos en Carmen Martín Gaite. Su obra ensayística tiene la misma calidad literaria que su narrativa». Así lo señaló Ana, hermana de la autora, en la presentación de un volumen que incluye El proceso de Macanaz, Usos amorosos del dieciocho en España, El conde de Guadalhorce, su época y su labor, Usos amorosos de la postguerra española y un apéndice de textos dispersos estrechamente vinculados con la redacción de estos ensayos.

“Estos textos tienen un valor similar al de sus obras de ficción. No se puede decir que sus ensayos sean menos importantes que sus novelas”, dijo José Teruel, profesor de Literatura Española en la Universidad Autónoma de Madrid y responsable de la edición del volumen. “Sus ensayos los concebía como una exploración o un viaje, consiguiendo dotar de ritmo novelesco a aquello que se derivaba de su  investigación de archivos. Siempre quiso hacer un engarce entre la historia y las historias que contaba. El componer sus ensayos históricos con un ritmo de novela hacía que fuese más cálido su trabajo». Una característica que estuvo en todas y cada una de sus obras, comentó Teruel, que insistió en que la obra ensayística de Martín Gaite puede interpretarse como una «guía espiritual» en la que la mujer juega papel protagonista.

Recuperación

“Mi hermana se sentía igual de cómoda en un género que en otro. De hecho en sus ensayos no estaban prohibidos los vericuetos literarios, ni tenía miedo al extravío”, ratificó Ana Martín Gaite, que a sus 91 años todavía dedica esfuerzo y tiempo para que la obra de la escritora no quede en el olvido. “Autores fantásticos como Jesús Fernández Santos están literariamente olvidados. Yo no quiero que ocurra eso con mi hermana”, afirmó.

Como explicó Cristina Castro, editora de Espasa, los dos objetivos fundamentales de las Obras Completas son recuperar eslabones perdidos de su producción literaria y propiciar el descubrimiento de conexiones significativas «de una escritora que cultivó múltiples géneros literarios y que consiguió convertir todo lo que la rodeaba en narrativa. Su obra es un tejido unitario y coherente donde todos los géneros confluyen en una misma poética: conocer es recordar, nombrar es sacar los asuntos del caos aunque ello suponga una traición de ese mismo caos».

En la presentación intervino también la historiadora Susana Sueiro Seoane, hija de la prologuista del volumen y amiga de la escritora –la recientemente desaparecida María Cruz Seoane–, que recordó que otro de los grandes objetivos de la escritora salmantina era “desamordazar la historia española del siglo XVIII, que había sufrido los rigores de la censura durante los años de la dictadura franquista. No quería dejar cabos sueltos en sus ensayos y de ahí las muchas horas que pasaba en hemerotecas madrileñas o en el archivo de Simancas, cercano a su ciudad de nacimiento».

En definitiva, Martín Gaite no eludió casi ningún género literario. Fue novelista, ensayista, autora de relatos, poeta y dramaturga. Sin embargo, nunca abordó la novela histórica. Era escéptica ante un género en el que veía dos riesgos: abrumar al lector con una catarata de datos y desvirtuar el espíritu de la época con fantasías arbitrarias. «Resulta significativo en alguien que tanto y tan bien escribió sobre investigación histórica», concluyó Teruel.

Próximos volúmenes

Al que ahora se presentan seguirán, a ritmo aproximado de uno por año, otros tres tomos. El próximo volumen de ensayos, el quinto de las Obras Completas, se publicará en mayo de 2016 y se centrará en los textos literarios, mientras que el sexto girará en torno a artículos, conferencias y prólogos.

El séptimo ejemplar completará la colección con cuadernos y cartas que incluyen material inédito, en el que figura un dietario, la agenda del último año de su vida y un epistolario con cartas de su juventud y otras dirigidas a escritores amigos, como Juan Benet, Eloy Tizón y Belén Gopegui.