Este gesto asegura tanto la conservación y seguridad del archivo como su difusión, favoreciendo la investigación de la obra de Muñoz Molina. Desde hace ya varios años la Biblioteca Nacional está realizando una campaña de promoción del donativo de archivos entre las personalidades de la cultura hispánica, habiéndose conseguido, entre otros, el de Jorge Guillén, Federico Senén, Gabriel Alomar o Joan Margarit, de más reciente adquisición.
La institución dispone de una aplicación informática creada expresamente para procesar los archivos personales, en la que especialistas bibliotecarios realizan una minuciosa descripción de todos y cada uno de los documentos que los componen. De esta forma, las cartas, fotografías, agendas, notas manuscritas, etc. de un autor no se disgregan sino que siguen integrando un conjunto unido, tal y como estaban en posesión del autor, lo que facilitará la tarea del investigador.