El acto de presentación tuvo lugar en la sede de la RAE con la participación, además del director de la corporación, del director general de la Fundación ‘la Caixa’, Jaume Giró; la académica Soledad Puértolas; el secretario de la RAE, Santiago Muñoz Machado; el académico director de la Biblioteca Clásica de la RAE (BCRAE) y de esta edición, Francisco Rico, y el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha.

Una enciclopedia

El Quijote, patrocinado por el Instituto Cervantes desde 1998, llega a la BCRAE en una edición conjunta de Espasa y Círculo de Lectores, ampliamente revisada y renovada. Los dos volúmenes que la integran son fruto de la colaboración de un centenar de estudiosos y escritores, bajo la dirección de Francisco Rico, que explicó que el texto ha sido fijado de acuerdo con las más rigurosas técnicas de la moderna crítica y se acompaña de un copioso despliegue de estudios y materiales complementarios que de por sí constituyen una “verdadera y completa enciclopedia de El Quijote”.

A lo largo de las intervenciones se destacó que esta edición constituye el homenaje que la RAE, el Instituto Cervantes y la Obra Social ‘La Caixa’ rinden a esta obra maestra cuando se cumple el cuarto centenario de la publicación, en el otoño de 1615, de su segunda parte.

Se trata de una aventura fascinante en dos tomos: a la lectura de la historia del caballero y su escudero le acompañan las notas a pie de página, cuyo territorio se ensancha, completa y complementa con la mirada que expertos y escritores ofrecen de los 129 capítulos y prólogos. Es un Quijote de 1.345 páginas con anotaciones, y 1.967 páginas de estudios, anexos, mapas y grabados.

El texto cervantino como tal, asegura el profesor Rico, está bajo la edición rigurosa de todos los instrumentos de la filología moderna que han facilitado un acceso lo más cercano posible al original. «Se ha analizado la caligrafía de Cervantes, los mecanismos de la imprenta en la publicación y futuras correcciones y añadiduras del propio autor y siguientes impresiones contrastadas con el original».

Admiración universal

Jaume Giró rescató en su intervención las palabras escritas por Fiódor Dostoievski en 1876: «No hay nada en el mundo más profundo y poderoso que esta obra. Es la última y más grande de las voces del pensamiento humano». Recordó también lo que décadas más tarde dijo Günter Grass –quien estudió español para poder leerla en el idioma original–, considerada por el alemán como «la obra mayor, la obra redonda, la obra perfecta». Y recordó a Jorge Luis Borges, que definía el Quijote como «el libro infinito, porque todos lo estamos reescribiendo y nadie termina de escribirlo».

Soledad Puértolas agradeció el trabajo de los expertos, «como lectora y beneficiaria directa», y la constante investigación que dedican a la obra de Cervantes, «porque cuanto más cerca esté el texto que leemos del espíritu con el que fue escrito, nuestro disfrute y nuestra conexión serán mayores».

Su grandeza «es que nunca deja de ser novedad. Hay muchas razones para fundamentar su fama, pero, por encima de todo, es el nuevo lector el encargado de renovar el rito, la consagración, la proclamación de la maestría, de la genialidad».

Ediciones académicas

Por su parte, el secretario de la RAE hizo resumen de las ediciones académicas del libro. En primera instancia, «la Academia se movilizó y decidió hacer una impresión correcta y magnífica, la de Ibarra, que vio la luz en 1780».

La segunda gran contribución de la RAE a la difusión de la obra de Cervantes «debe atribuirse a la impagable labor del académico Juan Eugenio Hartzenbusch». Fue una edición concluida en 1883 por el editor Manuel Rivadeneira, que instaló un cuarto de imprenta en la cueva de Medrano, Argamasilla de Alba, Ciudad Real, en la que, según la tradición, estuvo preso Cervantes. El tercer momento estelar en las relaciones entre la Academia y El Quijote «es la edición que ahora presentamos».

El académico Francisco Rico, director de la BCRAE y de El Quijote presentado, subrayó en su intervención que «cualquier edición es buena para apreciar esta obra. La peor es la primera, la de 1605, porque es la culpable de infinidad de erratas». Y, si la peor es la primera, «la mejor es la última, es decir, la de la Academia Española en su Biblioteca Clásica».

Todo Cervantes en 2016

El director del Instituto Cervantes y director honorario de la RAE, Víctor García de la Concha, citando palabras del propio Rico, aseguró que «El Quijote es una obra más dicha que escrita, de ahí que sea una gran libro para enseñar español». Prueba de ello, señaló, es que «los 90 centros que el Instituto Cervantes tiene repartidos por el mundo cuentan en sus bibliotecas con ejemplares de esta obra». Ese Quijote más dicho que escrito, concluyó de la Concha, «es un modelo formidable de la tarea que el Instituto Cervantes realiza en la difusión de la cultura española».

El máximo responsable de la RAE, Darío Villanueva, cerró el acto de presentación recordando que por un real decreto de 1912 se encargó a la corporación la realización de dos ediciones de El Quijote, una popular y escolar y otra crítica erudita. «El año pasado se publicó la primera de esas dos ediciones, adaptada por el académico Arturo Pérez-Reverte, y esta es la gran edición crítica y científica que la RAE, a partir de una iniciativa del Instituto Cervantes, incluye en su Biblioteca Clásica».

En esta biblioteca, como concluyó el director, «figurará la obra completa de Miguel de Cervantes». Hasta el momento se han publicado, además de El Quijote, los Entremeses, las Novelas Ejemplares y La Galatea. Está previsto que en 2016, coincidiendo con el cuatrocientos aniversario de la muerte de Cervantes y de la publicación del Persiles y Sigismunda, figure publicada en la colección el catálogo completo de las obras del genio español.