Con esta historia, el autor evoca la ocasión en que visitó la Feria de Nueva York, cuando tenía 11 años, y se quedó maravillado delante del escaparate de una pastelería. «Había un anuncio que recuerdo muy claramente. Era de Sunshine Bakers y decía: ‘Nosotros horneamos mientras tú duermes’. Me parecía la cosa más sádica en el mundo porque todo lo que yo quería hacer era permanecer despierto y observar lo que sucedía. Me parecía absurdamente cruel y arbitrario que ellos hicieran eso mientras yo dormía. Eso me molestaba mucho. Recuerdo que solía guardar los cupones que mostraban a los tres pequeños panaderos gordos de Sunshine marchando de noche a ese lugar mágico, donde quiera que fuera, para divertirse, mientras yo tenía que irme a la cama. Este libro fue una especie de vendetta para decirles a ellos: ¡Ahora soy bastante mayor para quedarme despierto por la noche y saber qué pasa en La cocina de noche!», relataba Maurice Sendak a la revista Rolling Stones [1].
La cocina de noche, que ahora publica Kalandraka en español, gallego, catalán, euskera y portugués, está dedicado a sus padres, Sadie Schindler y Philip Sendak, y contiene numerosos guiños a la cocina de su infancia, ya que en el cuento aparecen gran cantidad de tarros, latas, botellas y cartones que solían estar en la despensa de su casa cuando era pequeño.
Un pequeño homenaje
Es, además, un homenaje a Little Nemo in Slumberland, de Winsor McCay, el primer gran clásico de la historia del cómic, que se publicó por primera vez en el New York Herald entre 1905 y 1911. Cada página dominical corresponde a un sueño de Nemo, su protagonista, en el que entran y salen diferentes personajes. Sendak siempre reconoció la influencia artística que ejerció McCay sobre él: “Dibujamos, no sobre la memoria literal de la niñez, pero sí sobre la memoria emocional, su tensión y su urgencia. Ninguno de nosotros ha olvidado sus sueños infantiles”.
Por el número de galardones que recibió (el Caldecott Honor Book 1971, el New York Outstanding Book of the Year, el School Library Journal Best Book, el New York Times Best Illustrated Book, el Ala Notable Children’s Book y el Library of Congress Children’s Book) se convirtió en una obra de referencia. Sin embargo fue censurada en bibliotecas públicas y escolares por un sector muy conservador que consideraba escandalosas las páginas en las que el protagonista aparecía desnudo.
El libro, incluso, fue incluido en la lista de los 100 libros más provocadores de la American Library Asociation con el puesto número 25. A todo ello, Sendak respondió de la siguiente manera: «Es evidente que detrás de muchas actitudes puritanas hay mucha suciedad escondida. Parece que un niño pequeño desnudo sin su pijama es más monstruoso para algunas personas que cualquier otra monstruosidad del mundo».
El famoso ilustrador se estaba refiriendo al Holocausto y así lo confirmaría en una entrevista a la radio NPR en la que afirmaba que los bigotes de los cocineros del cuento, en realidad, simulaban a los de Hitler, y el hecho de que en él se tratase de cocinar a un niño en el horno era otra referencia más a un tema que siempre le persiguó debido a su herencia judía.
La cocina de noche [4]
Maurice Sendak
Traducción de Miguel de Azaola
Kalandraka
2014
48 páginas
Precio: 15 euros