De primera mano

«El rostro del hombre estaba cubierto de sangre y destrozado por, al menos, una herida de bala. Un agujero en la frente le había hundido el lado derecho del cráneo. Los lugares del pecho donde habían impactado las balas estaban levantados. Yacía sobre un charco de sangre que no paraba de crecer. Cuando me agaché para mirarlo de más cerca, Tom se unió a mí.

– Creo que es nuestro chico -dijo Tom.

No iba a transmitir por radio que era Bin Laden, porque sabía que esa información se retransmitiría a Washington a la velocidad del rayo. Sabíamos que el presidente Obama estaba a la escucha, así que no queríamos cometer errores».

No había error alguno. Aquel cuerpo en jirones albergaba el cadáver ansiado. Lo cuenta en Un día difícil Mark Owen, que formó parte del Grupo Especial de Desarrollo de Guerra Naval de Estados Unidos, comúnmente conocido como SEAL, que entró el 1 de mayo de 2011 en la vivienda en la que se escondía el terrorista saudí.

Distinta a la oficial

un-dia-dificilLo aquí narrado difiere en mucho de lo que en su día comunicó al mundo el Gobierno de Estados Unidos. De hecho, debido a la publicación de este libro, el autor está amenazado con un proceso por revelación de secretos, y se ha convertido en el objetivo más buscado del terrorismo islámico. El ex militar asegura que los miembros SEAL dispararon a matar.

La narración de esta aventura real resulta de considerable interés, pero hay más en estas memorias del ex militar que se resguarda tras el seudónimo de Mark Owen. Toda la vida de un hombre que, dejando su tranquilo medio familiar en Alaska, emprendió la dura tarea de formación necesaria para integrarse en la más arriesgada de las fuerzas especiales, lo que le llevó a participar en operaciones memorables, como el rescate del capitán Phillips, capturado por piratas en Somalia, y en muchas otras que nunca llegaron al conocimiento del público. Resulta, además, un anticipo de lo que pueden llegar a ser las operaciones militares en un próximo futuro.

El relato de Owen añade sobretodo un elemento que nunca hasta la fecha había podido ser registrado: el factor humano. El ex soldado no sólo puede relatar qué hicieron los miembros del SEAL sino que, además, refleja lo que, como mínimo uno de ellos, estaba pensando. Este hecho se constata en una de las escenas más reveladoras y chocantes del libro, la descripción de como el autor cargó la bolsa con el cadáver de Bin Laden y lo trasladó hasta el helicóptero. Owen sabía que participaba en un hecho de trascendencia histórica pero, al tiempo, que estaba cumpliendo con su cometido; haciendo su trabajo.

Con un tono narrativo descarnado y muy cinematográfico, Un día difícil es el relato más esclarecedor que se haya publicado hasta la fecha sobre la muerte de Bin Laden y el modo de actuar del superespecializado equipo que acabo con su vida. 

 

Un día difícil

Mark Owen. Con la colaboración de Kevin Maurer.

Traductores: Gonzalo García y Cecilia Belza

Editorial Crítica

220 páginas