Además de cumplirse 50 años de aquella primera edición de Rayuela, se cumplen 20 años de la donación a la Fundación Juan March por Aurora Bernárdez, la que fue su mujer, de la biblioteca personal que tenía el escritor al morir, el 12 de febrero de 1984, en su casa de la Rue Martel en París, ciudad en la que reposa.
Bernárdez decidió que en Madrid se conservase su biblioteca personal, así como sus manuscritos literarios y sus papeles están depositados en las universidades de Texas (Austin) y Princeton (Nueva Jersey) y su abundante archivo fotográfico en el Centro Galego de Artes da Imaxe en La Coruña.
Biblioteca personal
En la biblioteca personal de Cortázar se encuentran muchos de los libros que le acompañaron desde muy joven, algunos traídos desde Buenos Aires, y aquellos que incorporó en París fruto de paseos por las librerías de la ribera del Sena, regalados y dedicados por sus autores (Alberti, Neruda, Onetti, Lezama Lima, Octavio Paz, Carlos Fuentes, y tantos otros), ediciones artísticas, ilustrados, anotados, algunos con papeles sueltos en su interior como recordatorio de una circunstancia, de un instante.
Esta biblioteca, que ha ido aumentando en todos estos años con las diferentes ediciones o trabajos sobre el autor que se han ido sucediendo, ha estado todo este tiempo a disposición del lector, admirador o curioso, o del investigador en la Biblioteca de la Fundación Juan March.
Los fondos estaban digitalizados y ahora, coincidiendo con los 50 años de la publicación de su novela más famosa y de los 20 de la donación de Aurora Bernárdez, esta Biblioteca, como homenaje al escritor ha generado una visita digital [1] a los libros que formaban su biblioteca en el momento de su fallecimiento y de aquellas nuevas ediciones que sobre su obra se han producido desde 1984.
3.786 registros bibliográficos
En total, 3.786 registros bibliográficos en los que se pueden consultar la portada, la firma, la dedicatoria del autor, y los papeles que contiene el libro: un recorte de periódico, un billete de metro, una carta, un dibujo… ‘traspapeles’ que recuerdan un instante, que acompañaron al lector en su viaje. 3.786 títulos en 26 lenguas diferentes, de los que 855 libros contienen la firma de Cortázar, 515 libros están dedicados por sus correspondientes autores y amigos, 48 ejemplares guardan marcadores y traspapeles, 397 contienen sus anotaciones, y 17 son singulares libros objeto.
La visita digital se ha organizado a través de índices de las obras escritas por Cortázar encabezadas por su título en español y seguidas de todas las traducciones conservadas en su biblioteca; el listado de otros trabajos de Cortázar como editor, prologuista, traductor, fotógrafo o ilustrador; la larga nómina de autores de la literatura y la cultura universal representados; la variedad de temas que corroboran su amplia curiosidad, sus gustos literarios, su compromiso creativo. Un índice de lenguas en las que figuran 26 idiomas diferentes para recordarnos la lectura en la lengua original de los autores clásicos, y su labor como traductor de Poe, Yourcenar o Gide.
Singularidades
También se puede visitar la biblioteca a través de sus singularidades. Libros firmados, dedicados, libros especiales. Un aspecto que habla del amor de Cortázar por el objeto libro es la colección de 17 libros cuya edición, composición y formato los convierte en libros objeto de arte, de ediciones limitadas y raras. Un libro de poemas escritos a mano en un nivel de carpintero, un libro de poemas cuyos versos el lector combina y personaliza generando nuevos y únicos poemas, libros encuadernados como sacos, con cartón, con una simple anilla… Libros que se descomponen y que el lector recrea en cada lectura, sólo para él.
De esta forma, con la Biblioteca virtual y este ciclo, la Fundación Juab March conmemora los 50 años de Rayuela y los 20 de la donación de su biblioteca personal, antesala todo ello de lo que podrá ser, el año siguiente, 2014, el Año Cortázar, con el centenario de su nacimiento y los 30 de su muerte.