La autora sueca pasó por Madrid. Galardonada con el Swedish Grand Journalism Prize 2012, por ser la única periodista que se infiltró entre las víctimas de la matanza de Noruega, con quienes pasó la primera noche, Carina Bergfeldt contó en la sede madrileña de la embajada de su país, los entresijos de este thriller.
Muy pronto la cosa se pone truculenta porque con gran minuciosidad una mujer planifica la muerte de la persona que ha convertido su vida en un infierno, su padre.
El macabro plan toma forma en una libreta cuya tapa muestra unas apetitosas magdalenas. Una nota en el frigorífico con las palabras “Matar a papá” le recuerda cuál es el motor que impulsa ahora su vida.
Tres tras la pista
Mientras el plan parricida avanza, se encuentra el cadáver de una mujer en un lago de la ciudad de Skövde; todo apunta a una muerte violenta. La inspectora Anna Eiler trabaja en el caso, pero no es la única: dos periodistas locales realizan su propia investigación.
Cada una de estas tres mujeres tiene razones de peso para intentar resolver el asesinato, las tres esconden algo, pero sólo una de ellas es capaz de preparar a sangre fría un crimen aún más atroz que aquel que pretende resolver.
Hasta ahí podemos leer. Matar a papá, que tiene en la violencia de género uno de sus motores, no es una más de esa colección de novelas heladas que resbalan hacia las librerías del mundo desde Escandinavia. Bergfeldt, ganadora del Premio Årets Stilist, que reconoce la calidad estilística de su trabajo, ha construido una novela con mucho oficio que no nos deja tranquilos hasta que llegamos a un desenlace bien resuelto. Los amantes del género negro no se sentirán defraudados.