De pie, en el metro y escribiendo en su teléfono móvil, así se le ocurrió a Romain Puértolas el título de su primera novela publicada, aunque no su primer volumen escrito. Comenzó a contar historias desde muy pequeño, casi cuando comenzó a leer. Tenía un buen modelo en quien fijarse, «mi padre también leía mucho y contaba muchas historias», él fue el que le inculcó la pasión por las letras, pero no fue hasta 2005 cuando por fin consiguió escribir dos novelas completas, por ese tiempo «estaba viviendo en Madrid. Las envié a varias editoriales y las rechazaron. Después aprobé una oposición a inspector de policía y me fui a Francia, donde seguí escribiendo».
«Para mi la vida es un cambio de lugar y un cambio de profesión»
El inspector de policía y escritor ha sido Dj, profesor de idiomas, traductor-intérprete, azafato y coordinador de vuelo en Barcelona, empleado de Aena en Madrid y limpiador de tragaperras en Brighton, todo un trotamundos que confiesa tener ansia por vivir, «para mi la vida es un cambio de lugar y un cambio de profesión».
Con una personalidad tan dinámica y una energía imposible de consumir, Romain Puértolas se pasa el día escribiendo. Cuenta ya con ocho novelas, todas ellas de diferentes estilos, «hay algunas policíacas, hay un crimen con algo sobre lingüística, hay otras más humorísticas, locas, fantasiosas, y así he llegado hasta el faquir». Un faquir pícaro como el Lazarillo de Tormes y soñador como el Quijote que le ha dado muchas alegrías y con el que comparte los viajes, aunque «el faquir de una manera involuntaria».
Un gran éxito que ha tenido una acogida excelente de público y crítica, que el propio autor aún no se cree: «Estoy flipando. No me esperaba ni que fuera publicada. Cuando no te han publicado siete novelas, lo normal es que no te publiquen nada. Así que ha sido toda una sorpresa».
[1]En esta tesitura hay quien pensaría en aprovechar el tirón y publicar todo lo que pueda, pero para Puértolas esa no es una opción. Rechaza la idea de recuperar las siete novelas anteriores ya que «forman parte de mi colección privada, para mis niños y mi familia, y ahora viene la nueva colección para mis lectores, porque ahora tengo lectores».
Y es que su producción literaria va a seguir creciendo a un ritmo vertiginoso. «Normalmente, a lo largo del día me van surgiendo ideas que voy apuntando. No soy de los que se sientan y se ponen a escribir con un horario definido. Escribo en el metro, en el tren, en el avión, en la cola para comprar el pan, en correos…, me gusta escribir en movimiento», asegura. Por eso El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de IKEA está escrito desde el móvil, «desde él me enviaba los emails a casa, también escribía en post-its, en envoltorios de chicles, en pañuelos de papel, en la camisa…, como Dhjamal en la bodega del avión», bromea.
El resultado es un relato muy divertido que encierra una dura realidad. Puértolas define su novela como «una historia de amor hacia una mujer y hacia otros seres humanos que cuenta cómo una persona evoluciona y aprende cosas. Es una novela de viajes, de aventura, de exotismo, todo con un fondo social».
Estamos ante una fábula actual, una sátira cargada de humor que cuenta con una moraleja y un final feliz. Y es que «el humor es un arma más eficaz que el llanto y el quejarse de todo». Gracias a su ingenio el escritor ha conformado un relato optimista que hace confiar en el ser humano.
«El humor es un arma más eficaz que el llanto y el quejarse de todo»
La parte crítica hace referencia a la inmigración ilegal y al duro viaje que tienen que hacer muchas personas en busca de un mundo mejor. Puértolas aprovecha su experiencia como inspector de policía en la agencia que lucha contra las redes de tráfico de inmigrantes, donde estuvo cuatro años, y de analista consejero de policía de frontera, donde trabaja en la actualidad, y profundiza en el tema de una forma muy humana, «me introduje en los zapatos de un clandestino, diciéndome que a lo mejor yo también podría serlo algún día, sería bastante violento y humillante que te digan ‘tú eres francés, pues aquí no entras’, y esto es lo que viven cada día las personas que rechazamos en nuestras fronteras. En realidad, no es una crítica, es solamente una observación».
La enseñanza final es una nota positiva: «El mensaje es que hay que enfrentarse a las dificultades con una sonrisa, con esfuerzo y optimismo. El futuro no está escrito, tú tienes las claves y la fuerza para enfrentarte al mundo y hacer lo que quieras hacer. Esta es la moraleja, si es que el libro la tiene». Eso es lo que hay que aprender de Dhjamal Mekhan Dooyeghas, un faquir que vive engañando y estafando a los demás, que ha pasado por muchas calamidades y que un día decide cambiar, «me gustan los finales felices, siempre hay que dar esperanza y Dhjamal merecía un final feliz».
Esta historia, que enseña cómo ser feliz y cómo hacer feliz a los demás, y que tendrá una versión cinematográfica, llega con polémica, ya que Ikea ha pedido la retirada de su logotipo y nombre de la portada francesa e incluir la mención ‘Este libro no refleja la política de Ikea’. «Es una pena. Habríamos podido hacer cosas juntos, clips u objetos de fakir. Hubiera sido chulo», bromea Puértolas.
«Me gustan los finales felices, siempre hay que dar esperanza y Dhjamal merecía un final feliz»
En plena promoción de su novela, Puértolas continúa escribiendo sin descanso: «Estoy con cinco novelas a la vez, después escogeré una. Hago muchas cosas a la vez… Para que luego digan que los hombres no sabemos»
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[2]El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de IKEA [3]
Romain Puértolas
Grijalbo
¿Quiere leer el primer capítulo? [4]
256 páginas
16,90 euros
E-pub: 9,99 euros