Pasó por Madrid para presentar Me pregunto (Siruela), el más reciente de la veintena larga de títulos que vertebran una obra de enorme éxito a escala universal, en la que conjuga historia, ficción, realismo y filosofía. Libros que hablan, de un modo sencillo e inteligible, y ahí probablemente radica gran parte de la explicación de su notoriedad, de los grandes temas que gravitan sobre el ser humano y su existencia. En este último, y a través de interrogantes, –»el mundo está lleno de preguntas que parecen no tener respuesta, de cuestiones que exigen reflexión»–, Gaarder nos interroga sobre la amistad, lo desconocido, el ser, el miedo, la valentía que hace falta para vivir nuestra propia vida e intentar comprender qué y quiénes somos en realidad.
¿Qué se pregunta hoy Jostein Gaarder?
La pregunta filosófica más importante que podemos hacernos ahora mismo acaso sea: ¿cómo se puede salvar la Humanidad? ¿cómo puede salvarse a sí misma de cara a las próximas generaciones? ¿cómo será el mundo dentro de cien años? ¿y dentro de mil o cien mil años? ¿habrá aún seres humanos viviendo en la Tierra? No sé quien puede contestar a eso, pero creo que es importante, más que importante, necesario, formulárselo.
En El mundo de Sofía me propuse hacer un libro sobre el pensamiento occidental a través de las grandes preguntas y de las grandes respuestas que los filósofos y la filosofía han formulado y se han planteado a lo largo de los siglos. Pero en este nuevo libro, Me pregunto [leer fragmento (3.043,00 Kb)], sólo formulo preguntas y las que surgen en este librito no son fáciles de responder ni por parte de los padres ni de los niños. Aunque es un libro pequeño mi mujer me dice: «no digas que es pequeño», porque su contenido es muy amplio y cubre muchísimos aspectos. En este caso puede que haya que considerar que menos es más.
¿Cuál fue el criterio que siguió a la hora de plantear esas preguntas?
El objetivo es que cualquier persona, ya sea un experto o un profesor, o alguien que no sea entendido en absoluto, tenga que reflexionar sobre estas preguntas antes de poder responderlas. Preguntas como ¿qué es el Universo? o ¿cómo se produjo el Big Bang? Los físicos, los astrónomos pueden decirnos muchas cosas acerca de la creación del mundo, pero no pueden asegurarnos o afirmar con exactitud qué y cómo fue aquello. Aunque el formato puede llevar a pensar que estamos ante un libro infantil, en realidad pienso que es más importante y tiene mayor interés para los adultos que para los niños en el sentido de que las personas mayores a menudo no se hacen estas preguntas. Cuestiones como ¿necesito tener muchas cosas para ser feliz? o ¿qué da más miedo perder? Los adultos han olvidado que esas preguntas hay que formularlas, dan por sentado que existimos, dan por sentado lo que es la existencia, pero a menudo no se acuerdan de hacerse estas preguntas. De alguna forma, a través de este librito pueden refrescar su mente planteándose este tipo de preguntas trascendentales. En este sentido este libro puede ser filosófico porque la filosofía es en el fondo un grupo pequeño de preguntas fundamentales.
¿Qué tipo de interrogantes propone?
Las preguntas se pueden dividir en dos categorías distintas. La primera engloba las metafísicas u ontológicas del tipo ¿qué es el Universo?, ¿cuál es la naturaleza, la esencia de ese Universo?, ¿existe el Universo?, ¿existe Dios?, ¿hay vida después de la muerte?, ¿la conciencia es una coincidencia cósmica?. Todas estas preguntas tienen sus respuestas pero estas no son accesibles de forma rápida. La segunda categoría la integran las preguntas de orden moral-poético, del tipo ¿qué es la justicia?, ¿qué es una sociedad justa?, ¿qué es la amistad, qué es el amor, qué es el perdón?, ¿qué es bello y qué es feo?. Para todas esas preguntas no hay respuestas específicas, por lo tanto creo que es importante que las nuevas generaciones se planteen estas cuestiones porque no podemos esperar una sociedad justa si no nos preguntamos y respondemos a la pregunta ¿qué es justicia? Lo mismo ocurre con, por ejemplo, el amor, la amistad, etc.
¿Libro para todas las edades?
Sí; absolutamente sí. Y para todo tipo de personas. Para quienes tienen un sentimiento religioso y para quienes no lo tienen, pues la filosofía y la religión tienen una cosa en común: las preguntas. Todas las preguntas filosóficas que yo me puedo hacer intentan ser respondidas por las religiones. He intentando que este libro constituya un estímulo para la reflexión tanto dirigido a personas religiosas como no religiosas.
¿Cual sería, de entre todas, la respuesta clave?
No tengo una respuesta para esa pregunta. Dicho de otra forma, no hay una respuesta clave. Nos podemos, por ejemplo, preguntar si los seres sobrenaturales han estado en contacto con los humanos. Si uno es cristiano, musulmán o judío la respuesta será sí. Dios creó el Universo y está en contacto con nosotros. Pero si uno se hace la pregunta e intenta desentrañar lo que eso significa para nuestra mente y para nuestra razón, desde el punto de vista estricto de lo racional, la respuesta es muy diferente. En consecuencia, no tenemos una sola respuesta. Hay que considerar, además, que las respuestas también varían en función de cuándo se formulan las preguntas.
Le pondré otro ejemplo: Descartes respondía desde una perspectiva filosófica a cuestiones que hoy están respondidas por los neurofisiólogos como, por citar un caso concreto, lo que explica el movimiento físico de una mano. ¿Cuál es el misterio que hace posible que yo levante una mano?, se preguntaba el filósofo. El tiempo y el conocimiento neurofisiológico han hecho que la explicación haya variado, aunque la respuesta sigue teniendo una parte de misterio porque todavía no conocemos al cien por cien cómo funciona el cerebro. Probablemente en algún momento del futuro esa pregunta tenga una respuesta exacta; hoy, todavía no.
¿Está ya trabajando en su próximo libro?
Estoy trabajando con el ilustrador Akin Düzakin, el mismo con el que hicimos Me pregunto. Lo primero que he hecho es elaborar un esquema de preguntas y a partir de ahí desarrollo una historia considerando que las ilustraciones también la cuentan, también tienen su historia. Probablemente el título será La tierra de Ana y se trata de una fábula sobre el medio ambiente. He escrito muchos libros, tanto para niños como para adultos, que pueden considerarse novelas de contenido filosófico, y también he escrito una novela sobre la Historia de la Filosofía como fue El mundo de Sofía. Este libro que estoy concluyendo ahora se centra en algo concreto. El objetivo, la ambición que yo tenía cuando escribí El mundo de Sofía era fundamentalmente didáctico. Con este libro que próximamente publicaré quiero ampliar los conocimientos y la experiencia sobre algo físico, como es la Tierra y el medio ambiente.
¿Qué opina sobre la información y la reflexión que se vehicula a través de las nuevas tecnologías y las redes sociales?
Creo que las nuevas tecnologías al tiempo te dan y te quitan. Te llenan y te vacían. Hay tantas cosas que comunicar, tantas cosas sobre las que informar que los soportes que suponen las nuevas tecnologías son muy bienvenidos, pero hay que reflexionar sobre qué tipo de información a veces se está produciendo. Naturalmente el balance es positivo y amplía los horizontes del ser humano; nuestras perspectivas.
Gaarder en España Jostein Gaarder vino al mundo en el seno de una familia instruida. Su madre fue profesora y conocida escritora de libros infantiles y su padre director de un colegio. Tras estudiar Filología Escandinava, Filosofía e Historia de la Religión en la Universidad de Oslo, fue profesor en un instituto de Bergen, «una actividad enormemente gratificante para mí y que ha condicionado positivamente mi vida hasta hoy». De la relación con sus alumnos y el deseo de que comprendiesen «una materia vital pero que a menudo no ha sido bien explicada a la gente joven» surgió su trabajo más conocido, El mundo de Sofía, en el que el autor se sirve de una misteriosa carta que recibe Sofía, una joven de quince años, en la que se formulan dos preguntas: ¿Quién eres? y ¿de dónde viene el mundo? Desde ese punto de partida, Gaarder escribe una novela sobre la historia de la filosofía que ha sido traducida a 54 idiomas y le convierte en un escritor reconocido en todo el mundo. Afable y, según sus propias palabras, «muy comprometido con la naturaleza», el escritor noruego, que inauguró el Centro Internacional para la Investigación, el Desarrollo y la Innovación de la Lectura / Casa del Lector auspiciado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez con la conferencia Hombre y naturaleza. Humanismo y ciencia, ha creado el Sophie Prize , un galardón anual de 100.000 dólares que se concede a la mejor labor innovadora a favor del medio ambiente y el desarrollo. En España, y dentro de la colección Las Tres Edades/ Biblioteca Gaarder, Siruela ha publicado: El vendedor de cuentos, El castillo de los Pirineos, La biblioteca mágica de Bibbi Bokken, El libro de las religiones, Los enanos amarillos, Jaque Mate, El diagnóstico, ¿Hay alguien ahí?, Maya, El castillo de las ranas, El misterio de Navidad, El enigma y el espejo, Vita brevis, La joven de las naranjas, Los niños de Sukhavati y, ahora, Me pregunto…
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