Existe un tipo de persona que se toma llegar hasta la última página de un libro como un reto personal. Da igual que no le guste lo que está leyendo, hay que acabarlo cueste lo que cueste. Según los datos de Goodreads, un 40% de los lectores (o al menos los suyos) pertenece a este singular grupo. Sin embargo hay ocasiones en las que por mucho empeño que se ponga o buena intención que se tenga, simplemente no se puede pasar una sola página más.
Estos casos se dan y en los últimos años sobre todo con títulos como Una vacante imprevista, de J. K. Rowling, y 50 sombras de Grey, de E.L. James. Estos dos libros son los más abandonados por los lectores, según la encuesta realizada por el portal literario, que preguntó a sus usuarios por los títulos actuales que habían sido incapaces de terminar. La lista continúa con Come, reza, ama, de Elizabeth Gilbert, Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson, y Wicked: Memorias de la una bruja mala, de Gregory Maguire.
Las razones del plantón
Las razones por las que un lector decide claudicar y abandonar un libro son diversas. Desde un «argumento ridículo» o «una narración lenta y aburrida» a un personaje principal insufrible con el que resulta complicado identificarse. Varían las razones y también el empeño que ponen los lectores en darle una oportunidad al libro en cuestión.
Si el 40% llega hasta el final a toda costa, el 15% se rinde antes de las 50 páginas. Un 28% aguanta un poco más dándole una oportunidad hasta la página 100, pero si a esas alturas del libro este no les ha enganchado, entonces cierran y a otra cosa.
Los clásicos también pierden lectores
La encuesta hacía referencia a los libros de reciente publicación más abandonados por los lectores, pero en Goodreads también tienen una lista con los cinco títulos clásicos [1] que han sido cerrados antes de tiempo con mayor frecuencia. El primero del ranking, Trampa 22 (1961), de Joseph Heller. El segundo peldaño lo ocupa un libro de mucho peso como El Señor de los Anillos (1954), de J.R.R. Tolkien.
Otros dos clásicos a los que resulta difícil enfrentarse como lector y que muchos abandonan son Ulises (1922), de James Joyce, y Moby Dick (1851), de Herman Melville. Cerrando el ‘top five’, La rebelión de Atlas (1957), de Ayn Rand.