En esa labor ha conseguido reunir una biblioteca de más de 30.000 volúmenes compuesta por estudios y ensayos feministas, femeninos y misóginos (tanto de autoras como de autores), biografías, obras de creación artística y literaria, además de literatura gris, revistas y colecciones especiales como agendas, calendarios, carteles, folletos, sellos, pegatinas, tarjetas, tebeos, chapas… “que ahora duermen en los sótanos del Museo del Traje”.
“Activista de las librerías”, en su tarea –que ha sufragado en buena medida de su propio bolsillo, con algunas ayudas del Instituto de la Mujer– ha contribuido a fomentar activamente la vida de las librerías, tanto especializadas como generalistas y de lance, “de las que se ha nutrido para ir almacenando y rescatando libros que trazan una nueva y rica cartografía”.
Libro del año
El Premio Libro del Año 2016 ha recaído en Tú no eres como otras madres, de Angelika Schrobsdorff [1], editado por Errata Naturae y Periférica. El jurado ha valorado “la gran belleza con que la autora describe el contraste de la vida de los protagonistas de esta historia en el Berlín de los años veinte; personajes amantes del arte la diversión y el placer y, sin embargo, ciegos a la tragedia que se cernía sobre la vida de todos ellos”.
La autora reconstruye la vida real e inconformista de su madre, una mujer nacida en una familia de la burguesía judía de Berlín, liberada de los prejuicios de su tiempo. Else vive de lleno el nacimiento de un nuevo mundo junto a la cultura bohemia berlinesa de la época, fiel a las dos promesas que se hizo de joven: vivir la vida con la máxima intensidad y tener un hijo con cada hombre al que amara. La historia de una mujer singular, arrollada por aquello en lo que se negaba a creer: el presente.
El jurado ha designado como finalista la obra La última hermana, de Jorge Edwards [2] (Acantilado), un libro que relata los cambios que se produce en María, una mujer que vive una vida acomodada y sin problemas y que asiste atónita a la ocupación alemana en París, lo que la empuja a colaborar con la Resistencia y rescatar de una muerte segura a mujeres judías en los campos de exterminio.
En la categoría de Ensayo, ha sido premiado La España vacía, de Sergio del Molino [3], editado por Turner, “por la originalidad de sus argumentos en un tema muy actual que tiene su arraigo en el pasado reciente de este país”. Un ensayo sobre la despoblación rural que se produce en España a partir de los años 50 del pasado siglo, y que indaga en nuestras identidades. “Un libro que también es crónica de viajes por nuestras costumbres y nuestros fantasmas colectivos”.
El jurado ha destacado asimismo la obra Jardinosofía, de Santiago Beruete [4] (Turner).
En Cómic/Novela Gráfica se ha premiado la obra Crisálida, de Carlos Giménez [5], editada por Reservoir Books. El jurado señala que “Carlos Giménez es uno de los maestros indiscutibles del género en España; representa a la Historieta con mayúsculas, a una manera de narrar el tebeo como nadie ha hecho en este país”.
Crisálida cuenta con gran sinceridad el desencanto de este tiempo que vivimos, tras las ilusiones puestas con la llegada de la democracia a nuestro país. Giménez recurre a un recurso narrativo que maneja en muchas de sus obras: proyectar sus vivencias en un alter ego. Y lo hace para adentrarse en temas como el amor, la soledad, la memoria, la vejez, el suicidio. La obra finalista ha sido El Ala rota, de Altarriba y Kim [6] (Norma).
El Premio Álbum Ilustrado recae este año en Akim corre, de Claude K. Dubois [7], editado por Lóguez, por “ponerle nombre propio al sufrimiento, lo que hace imposible la indiferencia”. Este álbum nos pone en la piel de Akim para ver el dolor, la indefensión, la lucha por salvar la vida desde los ojos de este pequeño separado de su familia en un bombardeo. “Texto e imágenes son escuetos, precisos, directos y complementarios en esta obra que da un aldabonazo a las emociones. La sensación de boceto, de prisa y emergencia nos hablan directamente de la urgencia y la improvisación cuando se trata de sobrevivir. Un álbum duro y hermoso que recorre el viaje de los refugiados y deja un resquicio a la esperanza de un futuro mejor”.
El jurado ha designado como finalista la obra Mi hermano pequeño es invisible, de Ana Pez [8] (Libre Albedrío).