Pallarés es licenciada en Filología Gallega por la Universidad de Santiago de Compostela, trabaja como profesora de Literatura Gallega y colabora como articulista en diversos medios, como A nossa terra, El País o Si scrive.
En 1979, su primer libro publicado, Entre lusco e fusco, ganó el premio Poesía Nova do Facho y en 1983 su siguiente obra, Sétima soidade, ganó el Premio Esquío.
Posteriormente ha publicado, entre otros, los libros de poemas Livro das devoracions (1996), Poemas (2000), Leopardo son (2011), por el que recibió el Premio de la Asociación de Escritores en Lengua Gallega; y Tempo fósil (2018), merecedor del Premio de la Crítica 2018.
El galardón, concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte, está dotado con 20.000 euros. Su jurado ha estado presidido por Carlos Alberdi, director del gabinete del ministro de Cultura; y como vicepresidenta ha actuado Begoña Cerro, subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas. Han formado parte de él como vocales: a propuesta de la Real Academia Española, Aurora Egido; por la Real Academia Gallega/Real Academia Galega, Manuel Rivas; por la Real Academia de la Lengua Vasca/Euskaltzaindia, Aranzazu Urretavizcaya; por el Instituto de Estudios Catalanes/Institut d’Estudis Catalans, Carles Duarte; por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Araceli Iravedra; por la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE), Rafael Soler; por la Asociación Española de Críticos Literarios, Noemí Haydée; por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Concepción Tejedor; por el Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de Madrid, María Soledad Sánchez Gómez; designado por el ministro de Cultura y Deporte, Jenaro Talens; y la autora galardonada en 2018, Antònia Vicens.
ESTA LUZ de verán
nace dun desaxuste das fórmulas secretas
(anda tan baixo o sol!)
mais o mundo repítese.
Como un corpo que tarda en ser consciente
dun baleiro no abdome,
o cerebro insistindo en mandar ordes
aos órganos extirpados.
Esta luz de verán,
a súa beleza inútil.
Bota as contras a casa.
Enróscase o raposo sobre o ventre con fame.
Devecidos de sede, os brincos da raíña
ábrense tentando a noite.
Pero hai un intervalo estraño entre a inspiración/
e a expiración,
como o dente gastado dunha máquina antiga,
unha tea que esgaza,
unha serpe que esquece como mudar de pel.
Como se recoñece a derradeira vez?