Escritos en Moguer entre 1909 y 1912, los 61 poemas de Historias acompañaron a Juan Ramón Jiménez toda su vida. Ya en Madrid, el poeta corrigió el libro en 1921 y algunos de los textos del mismo formaron parte de sucesivas antologías, pero otros quedaron inéditos y pendientes de publicación conforme al guion revisado que el propio escritor fijaría en su exilio de Puerto Rico.

Editado con la colaboración de la Fundación Banco Sabadell, Historias está dividido en cuatro secciones: Historias para niños sin corazón; Otras marinas de ensueño; La niña muerta, dedicada a una sobrina muy querida por el autor que falleció a causa de una meningitis con solo 26 meses; y El tren lejano.

La obra que ahora se publica incluye un pormenorizado estudio introductorio y un cuaderno gráfico con fotos y facsímiles de los manuscritos, trabajo que ha sido coordinado por la profesora Rocío Fernández Berrocal, una de las grandes especialistas en la obra juanramoniana, que explicó que frente a la tópica imagen del poeta replegado en su torre de marfil se manifiesta aquí como un gran observador de la realidad y de la naturaleza humana.

«Historias lleva implícito, como Platero y yo, toda la fuerza y proyección que para su creación tuvo Moguer, su pueblo natal, toda la luz con su mágico tiempo dentro, y el recuerdo de las vivencias de colegial en El Puerto de Santa María. Es el Juan Ramón primero de la etapa sensitiva. El poeta puro de los niños, del mar, el poeta del sueño elegíaco y la permanente melancolía. El escritor que observa con hondura la realidad y se conmueve ante los desfavorecidos, en un momento de su escritura en el que se aleja ya del romanticismo excesivo de sus comienzos y ofrece un mayor dominio del lenguaje expresivo con influencia del simbolismo francés, en un cultivo constante de la palabra exacta y el verso depurado hacia la modernidad española y universal de Diario de un poeta reciencasado«, añadió la responsable de la edición.

A lo largo de la presentación, el editor Ignacio F. Garmendia, Carmen Hernández-Pinzón y Rocío Fernández Berrocal, al explicar por qué 27 de los poemas del libro no habían sido publicados hasta ahora, argumentaron que el caudal de la producción y el afán escrupuloso de revisión y corrección permanentes de Juan Ramón fueron de tal magnitud que su obra le sobrepasó. La marcha al exilio con Zenobia «ligero de equipaje», el saqueo de su casa de Madrid y, finalmente, la enfermedad de ambos y la muerte de ella hicieron que muchos proyectos ordenados en la Sala Zenobia-JRJ de la Universidad de Puerto Rico quedaran inéditos. Historias es uno de ellos. No hay que olvidar que su obra, como su vida, fue «salto, revolución, naufragio permanente», apostilló Fernández Berrocal.