Un día de color grisáceo él anunció que estaba enfermo. De circunstancias, dijo. Y, poco después, murió. No queriendo existir sin él, ella sopesó dos posibilidades. Quitarse la vida –la descartó por falta de coraje– o convivir con el cadáver. Al comienzo las cosas fueron muy semejantes a como habían sido. Pasaban días enteros transitando sobre los recuerdos de todo lo vivido. Eran dos en la voz de uno. Ella le leía poemas en la sobremesa o perfumaba su cuerpo inanimado. A veces se amaban despaciosamente y permanecían después tendidos durante horas enredados en un hilo de silencio. Lo desvestía y lo vestía de nuevo. Acariciaba sus cabellos y humedecía de saliva sus labios que se habían aquietado con una sonrisa arrebatadora. Con el transcurrir de los días la belleza comenzó a deshacerse. Los perfumes no fueron suficientes, la piel tantas veces rozada se plegó hacia los huesos, los ojos se desecaron y las patillas, que descendían por su rostro y que ella acostumbraba a morder haciéndolas crujir, se derrumbaron de un modo irremediable. Lo atavió de invierno y le cerró los párpados. Releyó sus cartas hasta memorizarlas y, con ello, perdieron su significado original. Cuando dejó de parecer él mismo, lo cubrió con una sábana y le dijo de nuevo todo aquello que alguna vez le había dicho. Nadie respondió. Llegó después el tiempo en que se desprendieron los primeros fragmentos y la belleza se hizo inencontrable. Decidió, por fin, enterrarlo. Telefoneó a la funeraria y se lo llevaron aquella misma mañana. Tras quedarse sola cerró los ojos con una fuerza fruncida y trato de imaginarlo como era al principio, pero le resultó imposible. El cadáver era ya el único recuerdo que le quedaba, gélido y espantoso. Cuando varias semanas después salió a la intemperie, el cielo transcurría más rápido que de costumbre. Era tan propicio que arrastraba semillas, melancolías, pájaros y las últimas remembranzas.
Más sobre el II Premio de Cuentos Breves Maestro Francisco González Ruiz
El gran número de autores innovadores y la gran calidad del cuento español en el panorama literario contemporáneo es un fenómeno reconocido tanto por la crítica especializada como por los aficionados a la literatura en general y a la narrativa breve en particular. Con el objetivo de promover y difundir este género, hoyesarte.com, primer diario de arte y cultura en español, con la colaboración de Arráez Editores SL, convocaron la segunda edición del Premio Internacional de Cuentos Breves Maestro Francisco González Ruiz, dotado con 4.000 euros y cuyo plazo de presentación de relatos concluye el 7 de julio de 2021.
Durante la fase previa, cada semana el Comité de Lectura seleccionará el relato que, a juicio de sus miembros, sea el mejor entre los enviados hasta esa fecha. El relato seleccionado se publicará posteriormente en hoyesarte.com. Este procedimiento se repetirá cada semana, durante las 27 semanas (tantas como las letras del abecedario de la lengua española) comprendidas entre el 2 de enero de 2021 y el 7 de julio de 2021. Durante la fase final, el jurado elegirá de entre las obras seleccionadas en la fase previa cuáles son las merecedoras del primer y segundo premio y de los dos accésits.
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Fechas clave
Apertura de admisión de originales: 2 de enero de 2021
Cierre: el plazo concluyó el 7 de julio de 2021
Fallo: 6 de agosto de 2021. Modificado el 14 de julio. Nueva fecha para el fallo: 17 de agosto
Acto de entrega: 21 de agosto de 2021. Modificado el 14 de julio. Nueva fecha para el acto de entrega: 4 de septiembre
Nota de los organizadores publicada el 14 de julio: Dado el gran número de relatos recibidos durante las últimas semanas, que ha rebasado todas las estimaciones, se hace imprescindible modificar la fecha del fallo del premio y del acto de entrega para asegurar que el trabajo de valoración del Comité de Lectura pueda ser realizado en las mejores condiciones posibles y de esa forma garantizar la igualdad de oportunidades de todos los participantes. Muchas gracias por su comprensión.