Aquella noche llevaba yo un outfit de lo más, con un top de lentejuelas megahiperchuli de Bershka y unos leggins de Mango tan ajustados que se me leían los labios, así que no había sordo que no se coscara de mi grito de guerra. En cuanto el Rodri me vio me enfiló. Aun estando más pedo que Alfredo, enseguida se percibía que aquel titi no era el típico pagafantas sino el puto amo, con un look de primera y un swag que te cagas.

De entrada, me preguntó si yo era Rosalía, esto es algo que mucha peña me dice, que me parezco mazo a la cantante, le respondí que ya me molaría, y él dijo que, aunque nos parecíamos como dos gotas de menstruo, yo era más guapi. Así que el menda me entró a saco Paco y, mientras metía ficha y mano, entre copa y copa, largaba sin parar de cosas de las que yo no entendía ni flowers. Pero qué me estás container, respondía yo sin parar, y no es que yo sea una bocachancla como casi todas mis loquis, pero estaba ya algo pedal. Así que el chorbo venga largar nivel pro que si la inspiración de capital, que si los tipos de interés (él lo era mazo), que si los peligros del apalancamiento (él se me apalancaba como una lapa brava), hasta de su parentela largó, al menos de una prima suya que dijo que era de riesgo, por lo que me cosqué de que se había dado con ella algún revolcón, lo que confirmó luego con lo de la sobreprima. Y yo ojiplática y flipándolo en colores. En cierto momento se le escapó que tenía que asegurar la cartera y… a ver, eso me rayó mazo, pues pensé que pensaba que mi intención era chorársela, y hasta ahí y ya. También declaró algo sobre su interés variable, por lo que di de fijo que el pavo era de esos para los que hoy eres lo más y mañana como que te dan el passport, ya ves truz. Pero, en fin, una noche loca es una noche loca y a quien le parezca mal que se vacune con la vaca Lola.

Yo estaba tan flipada con el melofo que en un momento dado me puse como en plan pa allá voy y le dije:

-Te voy a decir algo mazo random, tío –y poniéndole la boca en el auditorio le solté-: se me está haciendo el chirri Pepsi-cola.

No pude ni despedirme de la Cuca que andaba perreando por la pista los reguetones de Bad Bunny con unos titis que perdían más aceite que un catéter de arpillera.

Salimos de la disco y nos subimos a un buga mazo molón que metía un canteo que te cagas y que le trajo al Rodri el puertas de la disco, que le saludó como si fuera la mismísima hostia en bicicleta. Yo estaba living y tenía ya el tanga más mojado que la barbilla de un retrasado mental. En cero coma llegamos a lo que yo creí sería su queli y resultó ser un folladero, eso sí, un casoplón de lo más, hasta jacuzzi tenía el menda lerenda. Y allí todo fue champán y farlopa fetén a cascoporro, morreo y magreo, vamos que el titi iba a full.

-Eres un poco intenso, ¿no? –le dije.

-No lo sabes tú bien –respondió.

Luego fue al tigre y volvió en bolas. El tío era la pooolla con cebolla, estaba mazo cachas; vamos, de los que se mazan equis horas en el gym. Así que acabamos en el jacuzzo, jaja jiji, en fin, un desfase total.

Cuando se puso en modo ñaca-ñaca le dije que se pusiera condón, pero él que se había hecho la vasectomanía por duplicado y que disparaba con balas de fogueo. Sí sí, balas de fogueo. Hasta mirando pa Cuenca me puso el chorbo.

Cuando terminamos me dijo que me abriera, que le rayaba que las tías se quedaran a dormir. El tipo había pillado y ya le sobraba. Me flipé y me puse en rollo estás tú que me voy a ir a casa pateando, a ver tío que ya no hay metro, que cómo pillo un taxi a estas hauers, que mi queli está más lejos que Madridejos, pero no surtió, el tipo me dio veinte pal uber y andando.

Al día siguiente, en plena bajona y hecha chóped, me di cuenta de lo tontaca que había sido fiándome del fulano. Cuando le conté a la Cuca mi aventura me dijo que el Rodri tenía parienta, dos hijos y otro en camino, pero que a veces se las daba de single para pillar cacho. Me cosqué de que la Cuca, que también se tiraba al Rodri en plan random, andaba un poco rayada conmigo, y no entiendo por qué, porque la Cuca es de las que tienen mucho vicio y lo mismo se monta un trío que hace tijera.

Un mes más tarde, la regla que si te he visto no me remenber. Y encima me dio un parraque que casi me voy de bruces willis al suelo. Me hice el test de embarazo y dio posi, me hice otro y retuit, fui al médico y me dijo que estaba de equis semanas.

Le guasapé al Rodri, le expliqué el malro y me dijo de quedar en el Glass Bar. Le compré el apunte, fui, le estuve esperando más de una hora, pero por allí no apareció ni Clifford. Me dejó compuesta y con tres cócteles supermegahipercaros a pagar. Así que me presenté en las ofis del Bancoca con la factura de la priva y le dije a la Cuca que o me hacía pasar o allí mismo la liaba en colores. Al fin el Rodri me recibió, pero cuando fui de buenas a darle un pico, el cabrón me hizo la cobra.

Se disculpó diciendo que no había podido acudir porque andaba agobiado de curro, que si la infusión, que si la suciedad absorbente, que si la suciedad absorbida, que si el canje, que si el balance financiero semental, pero que mi cuenta del Glass la pagaríamos a pachas, el rata. Yo le dije que tenía que hacer algo, que no estaba dispuesta a comerme el marrón yo solita. Y él en plan como que te peines tía, que revisara mi catálogo de follamiguis, que él, como me había dicho, desde salva sea la parte disparaba salvas, vamos que no se bajaba del donkey, un malro de lo peor, ya te digo. Le dije, ¡Perdonaaa, pero tío qué me estás container, me estás troleando o qué, si todos mis amigobios usan triple condón con refuerzo! Pues alguno pinchó, soltó, vamos que lo que es él en sus trece coma.

Pero si el unga-unga tenía un morro de aquí a Cascorro yo tengo un coño de aquí a Logroño y le dije que o hacía algo o la iba a liar parda, que su parienta se iba a enterar junto con toda la Bancoca desde el puertas hasta el atracador de paso. Yo me chiné, él se rayó. Llamó al segurata y, como de costumbre, me puso de patitas en la rue.

Lo hablé luego con la Cuca y ella zas, en toda la boca, que si yo flipaba, que si me había tirado un triple con el Rodri y me había columpiado, que el Rodri era mucho Rodri para una choni como yo, y que sí tal y que si Pascual. Le di dos yoyas y hasta la deit.

Y hasta aquí. He pensado ir a Sálvame a largarlo y si hace falta me someto al bolígrafo, a la kopérnica o al potro de torzura, literal. Voy a joderle la vida a ese hijo de Pútez. Parece menterio, pero al final el malro me va a rentar mogollón. Porque el hijo lo tengo y el Rodri me lo va a pagar con sangre y cash. Que yo por las buenas la inmaculada confección, pero a las malas soy lo peor no, lo siguiente.

Más sobre el III Premio de Cuentos Breves Maestro Francisco González Ruiz

El acto de entrega del II Premio Internacional de Cuentos Breves Maestro Francisco González Ruiz congregó a alrededor de 250 personas. Foto: Rodrigo Valero.
Acto de entrega del II Premio Internacional de Cuentos Breves ‘Maestro Francisco González Ruiz’. Foto: Rodrigo Valero.

hoyesarte.com, primer diario de arte y cultura en español, convocó en enero pasado la tercera edición del Premio Internacional de Cuentos Breves Maestro Francisco González Ruiz, que incluía un primer galardón dotado con 3.000 euros, que ha recaído en Piedras, y un segundo reconocimiento dotado con 1.000 euros, que premió precisamente El malro aquel de Disco Gabana. Además se establecían dos accésits honoríficos, que han reconocido a Irse bien y Perros verdes.

Los trabajos, de tema libre, debían estar escritos en lengua española, ser originales e inéditos, y tener una extensión mínima de 250 palabras y máxima de 1.500 palabras. Podían concurrir todos los autores, profesionales o aficionados a la escritura, cualquiera que fuera su nacionalidad y lugar de residencia. Cada concursante pudo presentar al certamen un máximo de dos obras.

El premio constó de una fase previa y una final. Durante la previa, cada semana el Comité de Lectura seleccionó uno o más relatos que, a juicio de sus miembros, merecía pasar a la fase final entre todos los enviados hasta esa fecha. Los relatos seleccionados se fueron publicando periódicamente en hoyesarte.com. Durante la fase final se eligió de entre las obras seleccionadas y publicadas en la fase previa cuáles fueron las merecedoras del primer y segundo premio y de los dos accésits.

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