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Molicie

Ya que la imaginé lo hice a conciencia, como a mí me gustaba. Pelo ensortijado moreno, un pelín afro, cuerpo fino con las curvas justas y aspecto atlético, tono de piel moreno o incluso mulato. Y la cara, la cara… la tengo perfectamente imaginada: hoyitos al sonreír, dientes blancos, perfil alargado, cuello esbelto…

Que a gusto estuve construyendo mi icono virtual… pero no estaba en mi teléfono esta vez, estaba en mi imaginación. Cada trazo nuevo imaginado me añadía un placer intenso y temblaba de gusto entre las sábanas. Unos ojos negros quedan bien con el pelo, la nariz menudita y sus labios, qué labios, con el grosor perfecto y alargados formando una boca irresistible… sentí unas ganas locas de besarla entre el amasijo de sábanas, pero me contuve, no era mi papel afectar a mi criatura a medio hacer.

Aquel día de lluvia la terminé por completo. Le puse nombre, Isaura. Y lo mejor, le insuflé vida, no cualquier vida, no, una personalidad deslumbrante, justo lo que yo no tengo. Pero deslumbrante no quiere decir popular al estilo instituto yanqui. Isaura es delicada, sonriente pero no empalagosa, buena deportista que pasa debajo del aro para que enceste otra persona, no le importa el segundo plano; para darse cuenta de lo brillante que es hay que atenderla, no se ve sin más.

Y con los chicos es deslumbrante, no por coqueta, sino por simpática. Sabe que causa estragos, pero es natural en el trato y, cuando se enfada, lo hace con la mirada, mira de una forma seria, como abatida o decepcionada, que te deja sin resuello. Y la risa se la he puesto cantarina, como una explosión de cristales delicados que ruedan luego por el suelo hasta detenerse. Y, entonces, sus hoyitos se multiplican, alargando sus ojos, enchinados hasta casi desaparecer… Y a semejante risa hay que ponerle una sonrisa de su nivel. La imagino alargando sus preciosos labios, apenas descubriendo la nieve de sus dientes… y, cuando te mira con esa media sonrisa…, lo mejor es morirse y ya está.

Ya que la imagino para mí, que por eso la hago yo, resulta que no está enganchada a nadie. La gente hace muchas conjeturas, pero nadie puede decir que la haya visto de la mano o besándose con alguien. Ese es el misterio de Isaura y así la eché a andar en mi vida cuando volvieron las clases tras el temporal.

Ella estaba a mi lado en lengua, en mates, en el patio, en los baños. Hablábamos de todo y, en mi fantasía, yo iba cabalgando la ilusión de que empezaba a ser importante para ella. Pero algo pasó cuando empecé a verla en otros grupos y tener éxito con unas y con otros. Y jugar cada vez mejor al baloncesto de titular indiscutible. Sólo de vez en cuando parecía darse cuenta de mi presencia, venía, me saludaba y estaba cariñosa conmigo. Qué bien sabían esos ratitos…

No puede decirse que despertara del embelesamiento con Isaura cuando algún compañero me decía que por qué me reía en solitario o alguna profesora me hacía una recomendación sobre mi aislamiento social o mi aparente tristeza…, pero terminé preocupándome por mi salud mental y mis relaciones sociales y familiares, que se iban deteriorando poco a poco. Así que decidí acabar con todo, o sea, con ella, antes de que la cosa fuera a peor y ella acabara conmigo.

Y decidí hacerlo con ritual, casi como se construyó. Si la vida empezó en el agua, en mi caso en el agua de lluvia, debería terminar en el agua, qué mejor que en el mar…

Por eso, un día bajé a la costa con el propósito de entregarla al océano. El mar estaba bravo, peligroso en las rocas a las que yo iba. Llevaba unos días de relativa independencia de mi criatura y me propuse llevarla conmigo a la costa, ofrecérsela a Neptuno y regresar sin ella. Cuando trastabillando entre las rocas pendiente de las olas vi una cresta de pelo enmarañado, pensé que había tenido mala suerte porque coincidía mi propósito con un pescador solitario y arriesgado. Estaba a unos metros de mí, en primera fila del mar, con el oleaje salpicando la roca.

Cuando me estabilicé, se me heló la sangre, no quise pensar nada. Sé que dejé de tener miedo al mar bravo y fui a la roca donde estaba. Podría ser un chico, un viejo, una pescadora, uno de mis profes meditando en el temporal; podría ser cualquier persona, pero entonces, ¿qué me llevaba tan rápido hacia aquella figura que parecía indiferente a la amenaza de un mar tempestuoso?

Cuando pude subir a la roca y acomodarme junto a ella, la espuma de las olas me humedeció la cara, pero sentí que el miedo desaparecía y un dulce abandono tomó su lugar… ¿molicie?

            – ¿Estás sola? -me preguntó Isaura.

            – Ya no -contesté.

Más sobre el III Premio de Cuentos Breves Maestro Francisco González Ruiz

El acto de entrega del II Premio Internacional de Cuentos Breves Maestro Francisco González Ruiz congregó a alrededor de 250 personas. Foto: Rodrigo Valero.
Acto de entrega del II Premio Internacional de Cuentos Breves ‘Maestro Francisco González Ruiz’. Foto: Rodrigo Valero.

hoyesarte.com, primer diario de arte y cultura en español, convoca la tercera edición del Premio Internacional de Cuentos Breves Maestro Francisco González Ruiz, que incluye un primer galardón dotado con 3.000 euros y un segundo reconocimiento dotado con 1.000 euros. Además se establecen dos accésits honoríficos.

Los trabajos, de tema libre, deben estar escritos en lengua española, ser originales e inéditos, y tener una extensión mínima de 250 palabras y máxima de 1.500 palabras. Podrán concurrir todos los autores, profesionales o aficionados a la escritura que lo deseen, cualquiera que sea su nacionalidad y lugar de residencia. Cada concursante podrá presentar al certamen un máximo de dos obras.

El premio constará de una fase previa y una final. Durante la previa, cada semana el Comité de Lectura seleccionará uno o más relatos que, a juicio de sus miembros, merezca pasar a la fase final entre todos los enviados hasta esa fecha. Los relatos seleccionados se irán publicando periódicamente en hoyesarte.com. Durante la fase final, el jurado elegirá de entre las obras seleccionadas y publicadas en la fase previa cuáles son las merecedoras del primer y segundo premio y de los dos accésits.

¿Quiere saber más sobre el Premio [1]?

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Fechas clave

Apertura de admisión de originales: 10 de enero de 2022

Cierre: 24 de junio de 2022

Fallo: 10 de octubre de 2022

Acto de entrega: Último trimestre de 2022