El fallo valora especialmente Martinete del rey sombra por «situarse en la frontera entre géneros, creando un original ensayo novelado de interpretación histórica». Destaca el uso de «un estilo rico en matices, pródigo en metáforas y magníficas descripciones», mediante el cual su autor logra un «retrato vigoroso de época» en el que disecciona las prácticas, conflictos y ritos del Antiguo Régimen y el intento de exterminio del pueblo gitano. Además, se subraya su capacidad para arrojar luz sobre una parte poco conocida y silenciada de la historia de España a través de fascinantes juegos de perspectivas que revelan su esfuerzo estilístico y su dominio narrativo.
Raúl Quinto, licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Granada y residente en Almería, es también conocido por su labor como poeta y crítico literario. Entre sus publicaciones destacan libros de poesía como La piel del vigilante (2005), La flor de la tortura (2008) y La lengua rota (2019). En narrativa ha explorado géneros híbridos con títulos como Idioteca (2010) e Hijo (2017). Además, colabora con la revista Quimera y coordina la Facultad de Poesía José Ángel Valente.
En la edición anterior, el premio fue otorgado a Pilar Adón, uniéndose a una nómina de galardonados que incluye a figuras como Marilar Aleixandre, Xesús Fraga, Cristina Morales o Fernando Aramburu.
El jurado ha estado presidido por Jesús González González, subdirector general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas del Ministerio de Cultura. Los vocales han sido Luis Mateo Díez (Real Academia Española), Ramón Nicolás Rodríguez (Real Academia Galega), Sagrario Alemán (Euskaltzaindia), Mariàngela Vilallonga (Institut d’Estudis Catalans), Maria Àngels Francés (Acadèmia Valenciana de la Llengua), José Manuel Pérez Carrera (Asociación Española de Críticos Literarios), Francisco Sierra (Federación de Asociaciones de Periodistas de España), Carmen Morán (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas), Álvaro Colomer (Asociación Colegial de Escritores de España), Nuria Polo (Centro de Estudios de Género de la UNED), Katixa Agirre (Ministerio de Cultura) y Pilar Adón, galardonada en la edición anterior.
La gran redada
«A las doce en punto de la noche Granada recibe el asalto de los cazadores, bajo el mando del brigadier Manuel Morón van cuatro piquetes y cinco decenas de caballos, que acometen su labor de lobo por casas, cuevas y aduares. Desde el cielo se les puede ver, antorcha en mano, tal que una danza de luciérnagas sin nombre trazando un mapa de fuego hacia el vértice de la oscuridad, diciendo quién sabe qué en el idioma de las estrellas. Nadie tiene rostro esta noche, dijimos, tampoco Manuel Morón, que en este instante es apenas una sombra borrada, una prolongación de plomo y hueso del tricornio, con la boca llena de órdenes y el corazón envuelto en la niebla. Tampoco podemos ver el del marqués de la Ensenada ni el de Gaspar Vázquez Tablada, disueltos en la caligrafía de las cartas y el eco melancólico de los palacios. Ni mucho menos el de ninguno de los ciento ochenta cuerpos que desfilan, atados de pies y manos, por las calles de la ciudad a lo largo de la madrugada».
El 30 de julio de 1749, bajo el reinado de Fernando VI y por orden del marqués de la Ensenada, se produjo el arresto masivo de la población gitana española en lo que se llamó la Gran Redada.
Martinete del rey sombra recrea este olvidado episodio acompañando las vivencias de esos gitanos desde la noche de su detención hasta la amnistía concedida dieciocho años después por prisiones improvisadas, trabajo esclavo en los arsenales navales y casas de misericordia, aislamiento, torturas, enfermedades, naufragios, motines e intentos de fuga; y, paralelamente, nos adentra en la vida de la Corte de los primeros Borbones españoles ofreciendo un tapiz de intrigas políticas, lujos escandalosos y tragedias personales a través de una serie de biografías tan alucinadas como meticulosamente documentadas.