Este órgano, adscrito al Ministerio de Cultura, tiene como fines impulsar y coordinar el programa de actividades planificadas para esta conmemoración por el Real Patronato de la BNE, fomentando la cooperación y participación de instituciones culturales y de organismos de la administración pública con el objetivo de «crear un cauce de comunicación de cara a este acontecimiento clave para nuestra cultura». En resumen, se persigue celebrar este aniversario contando con el mayor número posible de estamentos de la cultura, cuidando que los actos programados contribuyan a la generación y desarrollo de nuevo conocimiento en todas las áreas relacionadas con la cultura y la ciencia.
Composición de la Comisión
La Presidencia de la Comisión Nacional corresponderá al presidente del Gobierno, la Vicepresidencia Primera a la ministra de Cultura y la Vicepresidencia Segunda a la presidenta del Real Patronato de la Biblioteca.
Serán vocales natos las subsecretarias de los Ministerios de Economía y Hacienda, de Educación y de Cultura; la directora de la Biblioteca Nacional de España, la directora del Instituto Cervantes, el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, los directores del Museo Nacional del Prado y del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la presidenta de la sociedad estatal Acción Cultural Española (AC/E), el presidente de Patrimonio Nacional, el presidente de la Fundación Amigos de la Biblioteca Nacional de España, el vicepresidente del Consejo de Cooperación Bibliotecaria, en representación de las comunidades autónomas; el director de la Real Academia Española, los directores de las Reales Academias de la Historia y de Bellas Artes de San Fernando y los presidentes de las Reales Academias de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de Ciencias Morales y Políticas, de Jurisprudencia y Legislación y Nacionales de Medicina y de Farmacia.
El pleno de la Comisión contará además con los siguientes vocales: Mario Vargas Llosa, Ana María Matute, Aldo Ruffinatto, Manuel Gutiérrez Aragón, Celia Amorós, Margarita Taladriz, Rocío San Claudio, Teresa Berganza, Carmen Laffón, Juan Mayorga, Ferran Adrià, María Ángela Nieto y Federico Gutiérrez-Solana.
Un poco de historia
La Biblioteca Nacional es la institución bibliotecaria superior del Estado y cabecera del Sistema Bibliotecario Español. Fundada por Felipe V en 1712 como Biblioteca Pública de Palacio, en 1836 dejó de ser propiedad de la corona y pasó a depender del Ministerio de la Gobernación con el nombre de Biblioteca Nacional.
Durante el siglo XIX enriquece considerablemente su fondo literario a través de la incautación, compra o donativo. El 16 de marzo de 1896 se abre al público en su sede actual con un gran Salón de Lectura con capacidad para 320 lectores en la planta principal del edificio. En 1931 se reorganiza el Salón de Lectura al que se dota de una importante colección de obras de consulta; se crea la Sala General destinada a estudiantes, obreros y lectores populares.
Durante la Guerra Civil se reunieron en la Biblioteca Nacional cerca de 500.000 volúmenes procedentes de la actividad de la Junta de Incautación, designada para salvar de su destrucción las obras de arte y libros conservados en centros religiosos, palacios o casas particulares.
Constante crecimiento
En el siglo XX, el constante crecimiento de sus colecciones y el incremento de los fondos procedentes del Depósito Legal han provocado numerosas obras de remodelación, adaptación y ampliación del edificio. Entre ellas destacan las obras iniciadas en 1955 que triplicaron la capacidad de sus depósitos y la iniciada en 1986, que finalizó en 2000, con la nueva sede en Alcalá de Henares y la remodelación completa de la sede de Recoletos, en Madrid.
A partir de 1986, con la integración en la Biblioteca Nacional de las principales instituciones bibliográficas españolas, la Hemeroteca Nacional, el Instituto Bibliográfico Hispánico y el Centro del Tesoro Documental y Bibliográfico, la Biblioteca Nacional se constituye en el centro estatal depositario de la memoria cultural española, poniendo a disposición del Sistema Español de Bibliotecas y de los investigadores o instituciones culturales y educativas nacionales e internacionales, toda la producción bibliográfica española en cualquier soporte. En 1990 se transforma en organismo autónomo dependiente del Ministerio de Cultura.