El sector editorial español facturó en 2009
3.110 millones de euros frente a los 3.185 del año anterior, es decir,
un 2,4% menos. Esa facturación, no obstante, alcanzó los 3.250
millones de euros si se le suma la venta de derechos de autor, con lo que la caída del 2,4% se
transformaría en una subida del 0,9%. En 2009 se ingresaron
por ese concepto 139 millones de euros, frente a los escasos 33 millones de 2008.
Más títulos, menos tiradas
En 2009 se publicaron 76.200 títulos, de los
que el 55% fueron novedades. El año anterior la cifra fue de 73.000
títulos. Los editores
fueron más prudentes en cuanto a las tiradas: la media se redujo a
4.300 ejemplares por título frente a los 5.000 de 2008. Así, el número
total de ejemplares bajó alrededor de un 10%.
El libro digital, que aparece por primera vez en el informa
anual de la FGEE [1], facturó en 2009 51 millones de euros, es decir, el
1,6% del total. En ese mismo año se comercializaron en formato digital
10.500 títulos. Pero este dato quizá no sea muy relevante en cuanto a un formato tan claramente emergente:
sólo la plataforma Libranda [2] tiene previsto comercializar ese mismo
número de títulos a finales de este año.
España es la cuarta potencia editorial del mundo. Esta industria mueve anualmente cerca de 4.000 millones de euros, un 0,7% del PIB, y da empleo, directo e indirecto a más de 30.000 personas. Las 873 empresas editoriales agrupadas en la FGEE representan cerca del 95% del sector.