El presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Javier Cortés, ha denunciado durante la presentación del ‘Informe sobre la situación de la industria y comercio del libro con respecto a la protección de la propiedad intelectual’, que España no hace todo lo que debiera para defender el sector cultural como motor de creación de empleo, crecimiento económico y proyección internacional.
Según se detalla en el informe, las industrias culturales y la creación ocupan en Europa a entre 6,5 y 8 millones de personas y generan, en su conjunto, en torno a 560.000 millones de euros de valor agregado, lo que equivale al 4,5% del PIB europeo y al 3,8% del empleo.
En España, según los datos del anuario de Estadísticas Culturales de 2011, las industrias culturales alcanzaron los 41.000 millones de euros, el 3,7% del PIB, y más de 625.000 empleos de alta cualificación, un 3,1% del empleo total.
3.000 millones
La industria editorial española mueve anualmente cerca de 3.000 millones de euros, un 0,7% del PIB, y da empleo directo e indirecto a más de 30.000 personas. Las 840 empresas editoriales agrupadas en la FGEE representan cerca del 95% del sector y a lo largo de 2011 publicaron más de 284 millones de libros y editaron más de 83.000 títulos, con una tirada media por título de 3.441 ejemplares. En el ámbito exterior, el sector del libro español exportó libros por un importe total de 482,44 millones de euros, lo que supuso un incremento del 5,38% con respecto a 2010.
Con este informe, que se ha presentado en el transcurso del I Encuentro Europeo de Editores, que se celebra en Madrid, el sector del libro español ha querido poner de manifiesto la importancia económica de las industrias culturales y de la creación en el contexto actual y el valor intangible de la cultura en la construcción de las sociedades europeas.
Escenario digital
El informe incide en el esfuerzo inversor que han realizado las editoriales españolas para adaptarse a los nuevos usos y hábitos de consumo que han abierto las nuevas tecnologías. Recuerda como el número de títulos editados en formato digital en 2011 ascendió a 40.328, un 243,3% más que en el año 2010 (576,6% más con respecto a 2009). Sin embargo, estas cifras no han tenido una correlación en la facturación del sector, ya que las ventas sólo crecieron en 2011 un 3% más que en el ejercicio precedente, hasta alcanzar los 72,60 millones de euros.
Asimismo, recoge los datos del Observatorio de Piratería Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales 2012, elaborado por la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, que señala que la mitad de la población internauta consigue ilegalmente contenidos y, de ellos, el 12% descarga libros (un total de 226,9 millones de descargas ilegales, por un valor de 586,2 millones de euros).
Si nos atenemos a las cifras, éstas no están muy alejadas del resto países de nuestro entorno o de aquellos que cuentan con un potente sector editorial, salvo en EE.UU. y Gran Bretaña. Así, en Francia, la facturación del libro electrónico en 2010 representó el 0,5% del sector; en Alemania, el 1%, en Italia, entre el 1 y el 2%; en Japón, el 1,1%. En EE.UU. representó el 8% y en Gran Bretaña, el 5,8%.
‘Ley Sinde’
Así han reclamado a las autoridades españolas y europeas la necesidad de dar «pasos valientes y decididos» para que Europa siga manteniendo el liderazgo cultural que le ha caracterizado en la escena global y España continúe con el desarrollo interior y exterior.
Para los editores españoles, es necesario afrontar la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual de manera que permita conjugar las oportunidades de crecimiento, conocimiento y desarrollo económico que ofrecen las industrias creativas y persiga de manera eficaz la vulneración de los derechos de propiedad intelectual.
En su opinión, la nueva Ley debería servir de instrumento pedagógico para la sociedad, con el fin de que se valore el conjunto de los contenidos culturales y la labor de creación y se elimine esa creencia de que la cultura ha de ser gratuita.
Marcos legales
Para los editores, en este nuevo mundo de hábitos culturales los marcos legales no están avanzando al mismo ritmo, por lo que consideran que es necesario avanzar de forma más rápida en la creación de una legislación que haga posible acomodar los negocios vinculados a las industrias culturales a esta nueva realidad de tránsito hacia la sociedad global digital. Consideran que la denominada ‘Ley Sinde’ no ha cumplido el cometido para el que fue creada. El efecto real de la Comisión, en lo que se refiere al sector editorial, ha sido lograr la eliminación de la red de cuatro libros ilegales frente a los 226,9 millones de accesos ilegales.
El informe menciona algunas de las legislaciones que ya se están aplicando en el entorno europeo y EE.UU. para la defensa de la propiedad intelectual de los contenidos culturales, con el objetivo de que se analicen para avanzar en la legislación española.
Historia cultural y educativa
Los editores han querido destacar en el informe el papel singular que ha jugado la edición en la historia cultural y educativa de Europa, y su contribución en la configuración de los sistemas educativos, en la difusión de la ciencia, el pensamiento y la literatura.
Javier Cortés, ha recordado cómo «nuestra historia democrática no podría entenderse sin los grandes proyectos culturales y educativos que han representado editoriales como Planeta, Santillana, Alianza, Seix Barral, Salvat, Alfaguara, SM y Edebé, entre otras».