Desde Bonhams [1], la casa de subastas encargada de la venta, señalaban la singularidad del ejemplar. «Einstein de adulto no se identificaba con la religión, así que esta dedicatoria es un extraño ejemplo de lo que sentía a principios de los años treinta», decía a través de un comunicado Christina Geiger, directora de su Departamento de Libros y Manuscritos.
La Biblia partía con un precio estimado de entre 1.500 y 2.500 dólares. Fue el «interés internacional» lo que disparó el coste, algo que no sorprende si se tiene en cuanta la rareza del ejemplar, un regalo de Einstein a una amiga de nombre Harriett Hamilton y que está dedicado no solo por el revolucionario científico, sino también por su esposa Elsa.
La dedicatoria del autor de la teoría de la gravedad y la relatividad calificaba la Biblia como «una inagotable fuente de sabiduría y consuelo que debería leerse a menudo». Palabras que, viniendo de quien vienen, explican por sí solas el valor del ejemplar subastado.