Situado entre la calle Ramón y Cajal y la calle San Francisco, es el primer edificio que se construyó para la Universidad de Oviedo.

Fue diseñado y construido por los arquitectos Rodrigo Gil de Hontañón y Juan del Ribero Rada.

El edificio, de planta cuadrada, carece de ornamentación exterior, estando su fachada construida con grandes sillares de piedra amarillenta. En los muros hay una puerta principal entre columnas dóricas y dos filas de ventanas. Sobre la puerta existe una ventana flanqueada por escudos, repitiéndose estos escudos en las esquinas del edificio.

La torre de la universidad, hoy reloj, ha sido campanario y observatorio astronómico. Fue realizada por Luis Céspedes en 1859.

Las puertas de la fachada se abren al atrio interior, que está presidido por la escultura de Fernando Valdés Salas, fundador de la institución, realizada por Cipriano Folgueras. En el mismo lugar se alzó hasta 1869 un busto de Isabel II, que fue retirado durante la Septembrina, y que se encuentra en el jardín contiguo del Colegio de Recoletas.

El patio claustral consta de dos pisos, el primero de ellos adintelado y sustentado por columnas toscanas y arcos de medio punto, mientras que el segundo piso, acristalado, descansa sobre columnas de estilo jónico.

Este edificio fue destruido en el siglo XX, durante la revolución de octubre de 1934, (sólo dejó en pie la torre con bastantes destrozos, y la estatua del fundador) y durante las contiendas de la guerra civil.

Entre las pérdidas irrecuperables estuvo la biblioteca de la Universidad, construida por Manuel Reguera en 1770, que se contaba como una de las mejores de España y que se destruyó por completo perdiendo todos sus fondos, aunque su disposición arquitectónica fue reconstruida siguiendo los planos originales.