La obra, que data de 1917, forma parte de una serie de desnudos considerados, según Sotheby’s, como “lo mejor de la obra del pintor italiano” y partía con una valoración inicial estimada en 40 millones de dólares, alcanzando sin embargo un precio que superó con creces las expectativas de la casa de subastas.
El récord anterior [1] para una obra de Modigliani estaba en 43,1 millones de dólares (30,6 millones de euros) por una escultura vendida en junio pasado y en 31,3 millones de dólares (22,2 millones de euros) por una pintura en 2004.
En la misma sesión se vendió otro Modigliani, Jeanne Hebuterne con sombrero (1917), por 19,1 millones de dólares (13,6 millones de euros) y dos obras de Monet, la titulada El estanque de los Nenúfares (1918), por 24,7 millones (17,5 millones de euros), y La saule, por 6,5 millones de dólares (4,6 millones de euros). Otras ventas notables fueron un Matisse titulado Danseuse dans le fauteuil, sol en damier, vendido por 20,8 millones de dólares (14,8 millones de euros), y un Picasso, Homme au fanion, que alcanzó los 5,4 millones de dólares (3,8 millones de euros).
Optimismo en el mercado
Sin embargo, otro Picasso, Homme et femme au bouquet, valorado en entre 6 y 8 millones de dólares, quedó sin comprador, al igual que un Matisse, Titine Trovato en robe et chapeau, valorado también entre 6 y 8 millones de dólares, y La Couseuse, de Pierre-Auguste Renoir, valorado en entre 5 y 7 millones de dólares.
Pero en términos generales, todo parece indicar que el mercado ha recibido las grandes subastas de otoño de arte impresionista, moderno y contemporáneo con optimismo, al menos en lo referente a las grandes firmas. Solo en la reciente velada de ayer, Sotheby’s recaudó un total de 227,5 millones de dólares (162 millones de euros).