El Rey Felipe IV de España eligió una colección de las joyas más importantes de su época para la dote de su hija Margarita con motivo de su matrimonio con su tío, Leopoldo I de Austria. El diamante en cuestión es extremadamente raro y procede de las minas Indias.
De rey en rey
La princesa murió prematuramente a la edad de 22 años y la pieza pasó a sus herederos. En 1722 el diamante llegó a la familia Wittelsbach con motivo de la unión matrimonial entre la Archiduquesa María Amalia de Austria con el Príncipe heredero bávaro, Carlos Alberto.
Así, el diamante se convirtió en una de las posesiones más estimadas de la familia y se empezó a conocer como Der Blaue Wittelsbacher. Fue montado dentro de la insignias de la Orden del Toisón de Oro y, posteriormente, Maximiliano IV Joseph von Wittelsbach, Rey de Baviera, comisionó una corona real que exhibía de forma prominente el diamante azul que se utilizaría hasta la abdicación de Luis III en 1918, tras la proclamación de la República Alemana.
|
Protagonista de los pinceles de Velázquez
|
La infanta Margarita es la persona de la realeza española que más ocupó los pinceles de Velázquez. En los últimos años de su vida, el pintor dedicó bastantes horas a la realización de retratos de la infanta, retratos que fueron enviados a la corte austriaca por motivos políticos y en atención a ciertos arreglos matrimoniales que convenían a los dos Estados. En el museo de Viena se encuentran retratos suyos desde la edad de los dos años.