Mir está considerado uno de los máximos representantes de La colla del Safrá, grupo de jóvenes pintores, seguidores, en parte, de Casas y Rusiñol, que hicieron del uso del color rojizo azafrán su característica fundamental. Mir, en concreto, se ha configurado como uno de los máximos representantes del postimpresionismo catalán siendo el paisaje su tema por excelencia. Los críticos coinciden en la importancia que tuvo en el nacimiento de su estilo su estancia en Mallorca, iniciada en 1899.
La influencia mallorquina
Debido a un accidente en el que sufrió una lesión cerebral, Mir descubrió uno de los paisajes que le marcaron para siempre y que usó de inspiración para el pastel titulado Paisaje de Maspujols, realizado hacia 1906.
Los óleos Vista de Alforja y Can Batas, al igual que en anterior pintados en Tarragona, son asimismo ejemplos del dominio del color del maestro catalán. La personalidad, calidad y variedad de sus obras hacen de él uno de los mejores paisajistas del siglo XX.
Barcelona. 17 de diciembre. Sala de Subastas Balcli’s [1].