Su autor, Bartomeu de Robió, con actividad documentada en Lérida entre 1359 y 1379, y autor del desaparecido retablo de la Seu Vella, está considerado uno de los escultores más importantes del gótico peninsular y entre los mejores de la escuela catalana. Su precio de salida es de 120.000 euros.
Oportunidad única
La obra procede del monasterio de Bellpuig de les Avellanes y pudo haber estado ubicada en su sala capitular. El monumento fue comprado por el banquero leridano Agustí Santesmasses en 1894, quien vendió en 1906 las sepulturas de los Condes de Urgell por 15.000 ptas, importantes obras de la escultura funeraria medieval que actualmente se exhiben en Nueva York, y que se están intentando recuperar.
Supuestamente, Santesmasses vendió la Virgen de Bellpuig de les Avellanes al coleccionista y filántropo estadounidense Charles Deering, amigo y mecenas de Ramón Casas, a cuya colección, expuesta entre el Castillo de Tamarit y el Museo Maricel de Sitges, perteneció durante algún tiempo.
Afortunadamente, cuando Deering abandonó España llevándose su colección de obras maestras (con obras del Greco, Murillo y Goya, entre otros), la Virgen de Bellpuig de les Avellanes ya había pasado a otra colección, como regalo del mismo Deering, siendo una de las pocas piezas de relevancia que quedó en Cataluña.
Documentos y antigüedades
Los especialistas han destacado de esta gran obra el refinamiento de su indumentaria, adornada con los escudos de alguna familia noble y la riquísima joyería, inusual en la escultura de la época. Los ojos almendrados y delicados rizos del Niño son característicos de su autor.
Además, la subasta [1] también cuenta con importantes documentos medievales, como tres documentos en pergamino con las firmas de Juan II, rey de Aragón, Navarra, Cerdeña y Sicilia, y de su hija Leonor de Foix, gobernadora. Ya por último y, entre otras antigüedades y obras de arte del período medieval, una selecta colección de monedas de oro de los siglos VI al XV y una importante casulla inglesa del siglo XV decorada con bordados de calidad pictórica complementan los lotes anteriores.