En la misma subasta, la escultura Tête, de Amedeo Modigliani (1884-1920), fue vendida por 70,7 millones de dólares (56,3 millones de euros), récord en subasta para una obra del artista.
La pieza de Giacometti, de casi 145 centímetros de alto y realizada en bronce y madera entre 1950 y 1952, casi bate el récord de esculturas subastadas, que todavía ostenta otra pieza del mismo artista, L’Homme qui marche I, vendida por 104,3 millones de dólares (83,1 millones de euros) en febrero de 2010.
Alberto Giacometti plasmó en Chariot, con la verticalidad y rugosidad típicas de su obra, la filosofía existencialista que dominaba el ambiente de posguerra en París.
La pieza permaneció en una colección privada durante más de cuatro décadas, y su valor reside en su rareza: es una de las dos piezas pintadas para enriquecer la textura del bronce de las seis fundidas de Chariot que esculpió el artista suizo.
Además, Sotheby’s ha subastado Nature morte, vase aux marguerites et coquelicots, uno de los pocos cuadros que el pintor holandés Vincent Van Gogh vendió en vida, por 61,7 millones de dólares (49,1 millones de euros).