Entre estas joyas destaca un anillo de diamantes con aro de platino de 33 quilates que le regaló Richard Burton en 1968 y que está valorado en unos 2,5 millones de euros. La colección incluye también obras de arte, joyas, prendas y objetos personales de la que muchos consideran como la última gran diva del cine contemporáneo, fallecida a los 79 años [1] el pasado 23 de marzo.
También se subastarán otros regalos que Burton le hizo a Taylor: por ejemplo, la llamada perla Peregrina [2], regalada en su día por el rey Felipe II a su esposa María Tudor y que está valorada en un millón y medio de euros. Otra de las joyas más llamativas es el diamante Taj Mahal, un colgante que data de 1627 y que Burton le regaló a la actriz por su cuarenta cumpleaños. El diamante, con forma de corazón, perteneció al emperador Shah Jahangir y en él está inscrito el nombre de su mujer, Nur Jahan. La joya pasó a su hijo, Shah Jahan, quien construyó el Taj Mahal en memoria de su esposa. Se estima que esta gema pueda llegar a costar medio millón de dólares (367.000 euros).
Mucho más que trofeos
«Nunca, jamás vi a mis joyas como trofeos», escribió la actriz en su libro de memorias My love affair with jewerly, publicado en 2002. «Estoy aquí para cuidarlas y amarlas. Cuando muera y salgan a subasta, espero que quien sea que las compre les pueda dar un bonito y buen hogar».
Antes de conocer a sus nuevos dueños, las joyas darán la vuelta al mundo como parte de una exposición itinerante y exclusiva de tres meses de duración que pasará por las sedes de Christie’s [3] en Moscú, Londres, Los Ángeles, Dubai, Ginebra, París y Hong Kong.
La meta estará en Nueva York, donde las pertenencias de Taylor serán expuestas durante diez días antes de que se celebre la subasta, entre el 13 y 16 de diciembre.