Otros cuadros de artistas españoles incluidos en la puja no cambiaron de dueño por no haber alcanzado el precio de reserva fijado por la casa de subastas. Entre estos últimos se encuentran el titulado Procesión de Semana Santa, de José Gutiérrez Solana, y Romería en Pollensa, de Hermenegildo Anglada-Camarasa.
Pintura de singular importancia en la carrera de Sorolla, El Bautizo fue un encargo del coleccionista Alejandro de Anitua y hasta que se celebraron sendas exposiciones en Madrid y Barcelona en el mes de mayo pasado no había participado en ninguna muestra. El precio de salida de El Bautizo, que siempre ha pertenecido a la misma colección, era de entre 700.000 y un millón de libras (807.000-1,15 millones de euros).
Mosaico social
Sorolla recreó en El Bautizo una escena integrada por numerosos personajes vestidos con trajes tradicionales, mostrando el mosaico social y costumbres de su época. El momento elegido por el artista refleja su genialidad para plasmar un sentimiento de inmediatez y captación de lo espontáneo incluso en una ceremonia solemne: una de las invitadas se gira para observar la llegada del bebé bautizado en los brazos de su madre –o nodriza– mientras un personaje masculino abre un cortinaje al entrar, foco de luz que ilumina a los distintos invitados en actitud dispar.
Antes de la subasta, Adrian Biddell, director del Departamento de Pintura Europea del s. XIX en Sotheby’s Londres y responsable del récord mundial para una obra de Sorolla en subasta –La hora del baño, vendido por 3,7 millones de libras en 2003–, había recordado que "a pesar de la incertidumbre financiera, en los doce meses comprendidos entre noviembre de 2008 y noviembre de 2009, hemos vendido cuatro obras de Sorolla por un valor total de 6,9 millones de libras, partiendo de una estimación baja de 4,8 millones de libras".