Esta obra, perteneciente al célebre período azul del artista malagueño, partía con un precio estimado entre los 33 y los 44 millones de euros y el dinero de la venta se destinará a su hasta ahora propietaria, la Fundación Andrew Lloyd Webber, una organización caritativa fundada por el célebre compositor en 1992 que se centra en la promoción de las artes, la cultura y el patrimonio de Gran Bretaña.
Fines benéficos
La pintura había sido puesta a la venta en Christie’s Nueva York en noviembre de 2006 pero fue retirada de la subasta a petición de un vendedor tras 11 horas de debate basado en una supuesta venta irregular de la obra en la década de 1930. Este problema por fin fue resuelto por acuerdo y los demandantes habían retirado todas sus objeciones, dejando a la Fundación total libertad para llevar a cabo su venta.
La Fundación Andrew Lloyd Webber compró esta pieza en una subasta en Nueva York en mayo de 1995 por 29,2 millones de dólares a la Colección Stralem. Desde entonces, el mercado de obras de Picasso ha crecido considerablemente y más de 10 obras se han vendido por encima de esa cifra, tres de ellas superando los 50 millones de dólares (35 millones de euros), caso de Garçon à la pipe, cuadro realizado dos años después que El bebedor de absenta y vendido en 2004 por más de 104 millones de dólares (77,5 millones de euros de entonces) o su Desnudo, hojas verdes y busto
(1932) vendido en mayo pasado por 86,8 millones de euros.
Oportunidad única
Jussi Pylkkanen, presidente de Christie’s en Europa, Rusia y Oriente Medio había asegurado que se trataba de "una de las más importantes obras de arte que se ofrecerán en una subasta en décadas y una oportunidad única para adquirir una de las grandes obras maestras del siglo XX".
En el lienzo, Picasso muestra a su amigo sentado en una mesa con una gran copa de absenta, la bebida favorita de muchos artistas de la época. Picasso retrató a su amigo Ángel Fernández de Soto en varias ocasiones, aunque la más celebrada es la que sale ahora a puja.
La otra joya de esta subasta de arte moderno e impresionista, unas Ninfeas (1906) de gran tamaño de Claude Monet (1840-1926), se quedaron sin comprador al no alcanzar la estimación mínima fijada en 30 millones de libras (36,4 millones de euros). En 2008, la casa Christie’s vendió otro óleo de nenúfares ejecutado por Monet en el jardín de su casa de la localidad francesa de Giverny, cerca de París, por 41 millones de libras (50 millones de euros), el récord actual para el artista.
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