De hecho, en la reciente venta de Oleos y Fotografía China, casi un tercio de los 143 lotes no lograron ser adjudicados, incluyendo la reconocida obra de Luo Zhongli "Old Man" y otras muchas obras contemporáneas firmadas nada menos que por Ding y Wu Shanzhuan, entre otros relevantes nombres.
Algunos artistas, como es el caso de Chen Yifei, tuvieron unos resultados inciertos, cuando los compradores hicieron subir el precio de una de sus obras, "Desnudo reclinado", que pasó de una estimación inicial de 849.000 dólares a una venta final que llegó a los 2.512.294 dólares, pero que sin embargo desestimaron directamente otras dos obras suyas, Whispering y Hudson River Valley.
Suben los clásicos, bajan los contemporáneos
Este año, la reconocida casa de subastas China Guardian ha presentado 17 ventas especiales en varias categorías, con un total de más de 6.600 lotes, que iban desde importantes obras de caligrafía y artesanía de porcelana de las dinastías Song, Yuan, Ming y Ping, hasta obras de pintura moderna y contemporánea del siglo XX y han sido claramente las obras más tradicionales, en contra de las obras más actuales, las que tuvieron una mejor salida comercial.
En definitiva, que parece ser que se impone la cautela en el mercado de arte chino y que la mayoría de los compradores, en lugar de atreverse a jugar al azar con obras contemporáneas, están buscando la seguridad que supone hacerse con un trozo de la historia de un país, un tipo de obra que en principio es de suponer que será más fácil que mantenga su valor para la posteridad.