La obra salió a la venta por 40 millones de dólares y fue subiendo a lo largo de 12 minutos hasta los 107 millones de dólares, cifra a la que habría que sumar los casi 13 millones de comisión.

El grito supera de esta forma la marca fijada en 2010 por el lienzo de Picasso Desnudo, hojas verdes y busto, vendido por 81 millones de euros. El récord de venta entre privados lo tiene el cuadro de Cézanne Los jugadores de cartas (1892-93), adquirido por la familia real de Qatar en 2011 y que se cree que costó 191 millones de euros.

La obra de Munch, que data de 1895, pertenecía al empresario Petter Olsen, cuyo padre, Thomas, fue amigo, vecino y patrono de Munch. Esta venta coincide en un momento de gran interés en torno al artista, ya que en 2013 se celebra el 150 aniversario de su nacimiento.

 

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